Cometimos el error de ir a ver el día anterior la Blade Runner de verdad, la de 1982. La magia se volvió a repetir. Cine en estado puro. Cine en estado de gracia.
Al día siguiente fue todo lo contrario. Larga sin razón, falta de coherencia, repetitiva como si estuviera unida a trozos con retales usados. Hay escenas que deberían haberse suprimido (los mamporros entre Ryan Gosling y Harrison Ford) de lo malas que son. El final no tiene nada que ver con el Blade Runner de verdad, con esa misteriosa palomita de papel y mucho menos con el discurso del replicante Roy mientras agoniza. En la de 2049, el final es igual de plano, de falto de imaginación y de falta de grandeza que todo el resto de la película.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
El día anterior habíamos ido a ver la
original Blade Runner por disfrutarla otra vez antes de meternos en la nueva
historia . En esta ocasión la sentencia es absolutamente cierta cuando afirma
que nunca segundas partes fueron buenas, Villeneuve destruye toda la poesía, la
magia cautivadora de la película de Ridley Scott, se lanza a recrear un
universo en destrucción 30 años más tarde del que representaba la película
original y no consigue más que aburrir, es puro fuego de artificio, no tiene
ningún interés.