sábado, 29 de abril de 2017

Your name. Dir. Makoto Shinkai

La perfección en la animación se supone, lo que no implica la ilusión, el deslumbramiento y la admiración. La historia de adolescentes se alarga y alarga. Pretende tener una dimensión diferente y compleja jugando con el tiempo y la trasmutación de las personalidades a través de los sueños. Compararla con los estudios Ghibli, incluso dicen que a mejor, me parece una exageración que no tiene nada que ver con la realidad. A mi me defraudó si se trata de una película de animación para adultos. El miércoles no pude verla porque el cine estaba lleno, ni una butaca libre.
Lo que opina Ana:
La sala estaba abarrotada de jóvenes admiradores del manga. A mí sólo me gustó la parte pictórica de los dibujos, la representación de los paisajes; la historia me pareció una memez.

miércoles, 26 de abril de 2017

Stefan Zweig: adiós a Europa

Asistimos al preestreno y no estaba llena la sala. Estoy de acuerdo con el comentario de Boyero: película seria pero sin pasión. La directora, actriz conocida, toma la última parte del exilio de Zweig desde que sale para Hispanoamérica. Su posición ante el avance del nazismo y de otras dictaduras, se alude a Franco, es la de un humanista que confía en que al final prevalezca la paz. Se equivocó. El epílogo, su final, está tratado con discreción y estilo, aunque la última toma es un disparate. la mirada cruzada de la sirvienta mulata no puede poner fin a esta historia. De cualquier forma, es recomendable por el personaje y por ver esa vida durante su periplo brasileño sobre todo y, además, para incitar a su lectura.
Lo que opina Ana:
Larga, fría. La directora quiere centrarse en la etapa americana de Zweig, lo hace de una manera distante, racional, no quiere caer en el sentimentalismo y lo consigue, pero realiza una película demasiado formal y alejada del espectador.

jueves, 20 de abril de 2017

Últimos días en la Habana. Dir. Fernando Pérez

El cine cubano que llega a España, y que yo he visto, es muy crítico con la realidad social y económica de ese país. El marco físico, la Habana, parece una ruina solemne, habitada por multitud de personas en condiciones de vida nada espléndidas.
En este mismo ambiente se desarrolla esta película. Nos relata los últimos días en la Habana de dos amigos, que son opuestos y que tienen lazos de solidaridad invisibles pero férreos. Bien contada, bien rodada, bien interpretada. El papel de Diego por Jorge Martínez como homosexual enfermo terminal de Sida es magnífico. La galería de personajes secundarios que entran en escena es otra virtud para completar la historia: vecinos, policías, familiares...Lástima que la vea tan poca gente y que la vayan a quitar ya de la cartelera.
Lo que opina Ana:
Las películas cubanas que llegan a nuestras salas siempre nos hablan de pobreza, de la decadencia de los inmuebles, de la falta de recursos y de la importancia de la vida comunitaria, abierta al vecindario, donde  las relaciones humanas son una seña de identidad nacional. En esta ocasión, se repiten estos esquemas pero enfrentando a dos protagonistas antagónicos, dos amigos desde la infancia que continúan juntos cuando está a punto de llegar el final, la muerte acecha a uno de ellos, el otro quiere huir de la Habana, de Cuba, de todo ese mundo que no comparte y sueña con conseguir un visado para vivir sus soledad allá donde nadie lo conozca. Entretanto vamos viendo pasar toda una cohorte de personajes, desde la buena santera, a los familiares interesados, al  joven chapero, a la policía que no ve el momento de que acabe su jornada y a una joven soñadora y deslenguada que acabará perdiendo todas sus esperanzas, transmitiéndonos su pesimismo y su tristeza.


I am not your negro. Dir. Raoul Peck

Celebrado documental (he leído artículos sobre él de varios escritores, Muñoz Molina, por ejemplo). Tiene la ventaja de descubrirnos a un personaje para mi desconocido, que debió de ser muy conocido en los años de la lucha por los derechos civiles de los negros, años cincuenta en adelante del siglo XX, James Baldwin. El documental es bastante denso porque los juicios de Baldwin no son solo las denuncias evidentes, sino que reflexiona más profundamente en la historia de los EE. UU. y a veces leer, comprender y mirar al mismo tiempo es difícil. Más directas son sus vivencias con los tres grandes líderes de aquellos años, Medgar Evers (no lo conocía), Malcom X y Martin Luter King. Muchas cosas de las que nos cuenta de esos años se apoyan con imágenes de ahora. La división sigue, la lucha sigue, la igualdad real no llega. Trump es el ejemplo de aquella supremacía blanca. No estamos como al principio, pero viramos hacia ese lugar.
Lo que opina Ana:
El documental pone muchas veces el dedo en la llaga, presenta la mirada de la población afroamericana, se enfrenta al paternalismo de los blancos y analiza la violencia que genera una sociedad  en la que el color de la piel es determinante. Utiliza muchos fragmentos de películas para subrayar sus ideas, para analizar la realidad, como por ejemplo en los westerns, ofrecidos a blancos y negros, aunque los negros no comprendiesen que ellos eran los indios y no podían pretender convertirse en vaqueros. Ellos no podían entrar a formar parte de la historia épica de su nación americana.

Resulta a veces confusa, pide ser vista al menos dos veces. Sin duda este ha sido un año en el que el cine ha presentado, desde muy diversos enfoques, la negritud. (Loving o Moonlight sirvan de ejemplo) ¡Hay que seguir haciéndolo!

El otro lado de la esperanza. Dir. Aki Kaurismäki

Puede que esta película no tenga el toque especial de "Le Havre", pero tiene la ventaja de que es clara, directa y efectiva. Sin dejar de ser de Kaurismäki, en su Finlandia natal: luces frías, espacios vacíos; sin embargo, hay humor, personajes únicos, "soy el último de los últimos" dice uno de los protagonistas, y esperanza, dentro del negro panorama de esta época. A mi me gustó.
Lo que opina Ana:
Continúa Kaurismäki  con la línea abierta en “Le Havre”, esta vez en vez de un pequeño africano auxiliado por un inspector romántico y solitario, perfila a un joven sirio, íntegro, honesto, valiente como para seguir queriendo luchar por la vida, tras haber padecido el mayor de los horrores y a un pausado finlandés que ve languidecer su vida y se niega a no cumplir sus sueños.
Con un lenguaje directo, seco y a veces surrealista nos lleva a un mundo en el que los protagonistas parecen anclados en un tiempo detenido, sólo la fuerza del joven sirio nos conecta con la realidad y nos hace pensar en el siglo XXI, los demás, los que trabajan en el restaurante, se han quedado en los 60, mobiliario, luces, música, todo es decadente y nostálgico. El relato, cuando se centra en los personajes finlandeses, es siempre distante, frío de colores, luces, afectos, la tristeza parece estar susurrando tras la cámara, no hay niños en ese país que aparece siempre en el primer puesto del ranking mundial por su sistema educativo. Todos sueñan con huir a un mundo donde el sol  les acerque a la felicidad.
Y en esa narración detenida, estructurada en escenas compuestas como cuadros realistas, casi mudas, se alcanzan grandes momentos: el fin del matrimonio, la timba de pocker, las bandas de músicos callejeros, la burocracia cenicienta, la xenofobia asesina, la amistad, la esperanza que siempre aguarda. Por eso, nos deja un final abierto, no condena a sus criaturas, nos permite imaginar una posibilidad de salvación para sus héroes.


domingo, 16 de abril de 2017

El Bar. Dir. Álex de la Iglesia

Los inicios de las películas de Álex de la Iglesia suelen ser espectaculares, en el sentido de la palabra espectáculo y por su dinamismo. Aquí pasa lo mismo. La cámara va pasando de personaje a personaje en una especie de plano secuencia y en pocos trazos pero precisos quedan retratados a través de sus conversaciones y actitudes. Hasta que entran en el bar. En este segundo escenario se ralentiza la acción forzosamente y gana en intensidad. El tercer escenario es el sótano. Aquí el dramatismo es la pauta, y todavía más abajo la historia se traslada a las cloacas y alcantarillas. y aquí creo que comete un error. Es mucho tiempo el que pasa la película en este escenario y la situación está diseñada y exprimida. Se alarga demasiado su resolución. Finalmente, a la calle otra vez, en un plano aéreo de una Blanca Suárez, exhausta y sensual. Buen final. El otro problema que veo, importante, es el del personaje del mendigo. No tiene el perfil que merece. Es tosco para lo que dice y su transformación posterior no tiene matices. Le falta contorno a esta pieza clave. De todas formas, es una película entretenida con momentos de gran cine.
Lo que opina Ana:
La sala Berlanga me dio la oportunidad de ver en pantalla grande esta película de Álex de la Iglesia que me perdí cuando la estrenaron, no sé bien cuál fue la razón. En sesión doble, pasamos la tarde en el cine entre el Bar y Tierra Hostil, la verdad que dos películas que confluyen en cuanto al concepto de territorio hostil.

Tiene un arranque potente, marchamo de su director. Va moviendo los hilos para crear el espacio en el que va a encerrar a sus “criaturas” y a desarrollar una trama que aparenta ser una comedia pero que pronto mostrará un lado mucho más tenebroso. Consigue un trabajo coral de sus actores extraordinario, algunos están sobresalientes, como la gran Terele Pávez que aquí nos dejó su última actuación magistral.  Como en todas sus películas, se puede disfrutar de algunos excelentes momentos de humor negro.

domingo, 2 de abril de 2017

Cantábrico. Dir. Joaquín Gutiérrez Acha

Primer fin de semana de proyección y cine lleno. Buena cosa. A mi me gustó más lo pequeño que lo grande: las larvas de mariposa disimuladas de larvas de hormiga, el parto de la víbora en su guarida, la culebra y el sapo, las droseras carnívoras, las arañas cortejadoras, los urogallos encelados, el mirlo nadador, el armiño saltarín...
Creo que no tiene la emoción de otras películas de naturaleza, que tampoco encuentra el tono narrativo, entre engolado y cotidiano y que el espacio es a fin de cuentas un espacio humanizado y eso hace más pequeños, más accesibles, más comunes estos territorios. No da o no consigue la sensación de grandeza de las tierras salvajes.
Lo que opina Ana:
A pesar de que el tema y los “personajes” son épicos de por sí, qué decir de los saltos de los salmones remontando los ríos, del paso de “oruga a mujer”, o de la salida a cuerpo gentil  de un armiño, el relato no consigue salir del clasicismo de un documental  sobre la naturaleza, me resulta encorsetado y no consigue conmoverme, aunque sí informarme y documentarme sobre la apasionada vida que se esconde en los bosques de la cordillera cantábrica.



Locas de alegría. Dir. Paolo Virzì

Funciona el boca oído y la sala estaba llena. Es una película desmesurada, acumulativa y un poco repetitiva. Cuenta con una actriz a la que le dejan hacer lo que quiera y ella es la que mantiene todo el entramado: Valeria Bruni-Tedeschi. Parece, en los títulos de crédito, que quiere el director denunciar la situación de los centros psiquiátricos en Italia (cerrados desde 2005). No queda claro esto. De cualquier forma, la residencia donde están las dos protagonistas, origen y final de la película, parece más una casa de acogida, un centro de jardinería y una villa palaciega que una cárcel hospitalaria.
Lo que opina Ana:
Valeria Bruni-Tedeschi vuelve a demostrar que es una actriz de raza, casta y porte, sólo por verla a ella vale la pena filmar y montar esta película, Micaela Ramazzoti la acompaña y le sigue el juego, aunque todos quedan empequeñecidos ante la gran dama de la escena. La historia tiene momentos, a mí me gusta más la primera parte, el mundo de Villabiondi, el dominio de Beatrice (la Tedeschi) sobre las otras internas. Cuando salen al exterior, la realidad se desmadra, aunque hay momentos fantásticos como la cena en el restaurante o la visita de Beatrice a su antigua casa. Se hace demasiado explícito el pasado de Donatella (la Ramazzoti), algunas elipsis habrían venido muy bien y los personajes que la acompañan, especialmente ese padre aparecido por arte de birlibirloque desentonan mucho, aunque es de agradecer la contribución de su personaje para incluir  la maravillosa “senza fine” como leitmotiv musical de la película. A mí me gustó más “el capital humano”, película más redonda, aún así  la firma de Paolo Virzi  garantiza  un cine comprometido, de denuncia, capaz de meter el dedo en la llaga.