Las películas de Bayona siempre están en el límite de lo emocional, sus personajes o aparecen traumatizados, o algo les ocurre que los coloca en situaciones extremas. El protagonista de "A monster call" no le pueden ir peor las cosas. Pero en este caso las emociones que va a experimentar son más complejas de lo que algún espectador puede esperar, y tal vez ahí se desenganche el gran público y la película no tenga el exitazo de otras suyas anteriores. Esa parte precisamente de su personalidad, el inconsciente, las pesadillas y los sueños, los cuentos de la infancia y sus enseñanzas es lo más interesante para mi, por mostrar la complejidad de esta mente atormentada y por ser lo más arriesgado de la película. No me importó verla. Como siempre, los efectos especiales a lo grande.