jueves, 11 de agosto de 2016

Bella y perdida. Dir. Pietro Marcello

No es una película propiamente dicha, es parte documental y parte ficción. El personaje real principal, Tommaso Cestrone, el enamorado vigilante, guardián y cuidador del palacio de Carditello fallece, pero es él, ya muerto, el que guía el desarrollo posterior de la película, al dictar un deseo a Pulcinella. No se puede comprender todo, a fin de cuentas el viaje desde el sur, Carditello, al norte, Tuscia, lo hace un personaje con máscara, Pulcinella, para salvar de la muerte a la cría de un búfalo que habla, Sarchiapone. Aceptando esto se puede ir a ver la película tranquilamente. Hay que salirse de los cánones establecidos.
Lo que opina Ana:
Extraño documental, onírico y alegórico, sobre la degradación del Sur, en Italia. Su título de “bella y perdida” resume con acierto la situación de la Campania. Al comienzo se presentan los personajes, pocos y con una función muy específica en el relato, como en un cuento. Habrá dos pastores, el bueno y el no tanto, aunque sin llegar a ser villano, un pequeño búfalo que habla y Pulcinella, el mediador con los muertos. Con estos mimbres se va a construir una historia que revelará la heroicidad de Tommaso Cestrone, un apuesto y valeroso campesino que se enfrenta solo a la omnipresente Camorra, para defender el real sitio borbónico de Carditello, desvalijado y saqueado con toda impunidad. Además de ser el ángel defensor del palacio, es un animalista que defiende  especialmente a los búfalos y que encarga a Pulcinella la salvación de un pequeño macho condenado a la muerte. Así, mezclando realidad y ficción, se hará un crudo repaso a la degradada situación del Sur.