domingo, 29 de mayo de 2016

La venganza de una mujer. Dirª Rita Azevedo Gomes

Nada que reprocharle a la directora sobre la ambientación y puesta en escena: salones burgueses y palaciegos, calles misteriosas de viejas ciudades, recintos religiosos de gélida imagen, que contrasta con el rojo absorbente del salón donde se cuenta la historia que dará lugar a este dramón romántico. El problema es que no es cine, es teatro filmado, ni siquiera porque casi son escenas individuales lentamente desarrolladas. Los portugueses son así. Un milagro me parece que lleve dos semanas en la cartelera, aunque en una sola sesión, porque pocas personas van al cine a ver este cine.
Lo que opina Ana:
La directora estudió Bellas Artes y eso  es lo que nos hace ver en cada escena de su película.
Impone un ritmo extremadamente lento, marcado por una escenografía teatral. Se recrea en las composiciones y los encuadres, creando  auténticos cuadros vivientes. Recrea la atmósfera sofocante de los salones del XIX, nos sumerge en la época romántica con una historia de amor pasional hoy totalmente pasada de moda.
Puedes sentir el tic tac del reloj, te parece que te han llevado al museo romántico y que han resucitado a los moradores de aquellos palacios tan recargados. Afortunadamente queda todo ello muy lejos, al salir a la calle respiras un aire que te llena los pulmones y te hace sentir feliz.  Aquí no sirve aquello de que cualquiera tiempo pasado fue mejor…

Poca gente en el cine, película preciosista y difícil que traspasa a la pantalla un relato trágico que nos resulta muy ajeno, es como una lectura animada, poco cinematográfica.