Me había negado a ver
la anterior de Almodóvar, “los amantes pasajeros”, la sola visión del triller
me sonrojaba, no entendía cómo había podido caer tan bajo el director; pero
esta vez, a pesar de haber leído la demoledora crítica de Carlos Boyero, pensé
que serían exageraciones suyas, fruto de la tirria que se manifiestan.
Desgraciadamente no fue así, tuve que reconocer que Boyero estaba cargado de
razón, a mí como a él, esta película no me produjo ningún sentimiento, el guión
me pareció nefasto, pueril en muchos momentos y hasta llegó a cargarme la
estética almodovoriana, por demasiado manida. En fin, nada salvo en la
película, tampoco la redime el escuchar a la gran Chavela al final, aparece su
voz y su canción como otro déja vu, es como un postizo, todo es fingido, puro
postureo. Me parece que no hay genio creador, no consigue dar carácter a los
personajes, son ridículos, parece que
nos trata como a idiotas, la protagonista tiene que estar leyendo un
libro que se titula “la tragedia griega”, para que comprendamos de qué va la
película, no vaya a ser que su público no lo entienda… No sé qué les parecerá a
los auténticos marineros gallegos, ese modelito nuevo de marinero, eso sí, sólo le faltó poner la canción de “llevo tu
nombre tatuado…” Si quería hablar de sectas y tragedias, podía haberse repasado
la magistral “Camino” de Javier Fesser, ahí si hay tragedia, sin barroquismos
estériles.
Emilio:
Emilio:
Aparte del tradicional rapapolvo de Boyero cuando se estrena una película de Almodóvar, la crítica ha sido favorable con ella: cinco estrellas, de cinco, en Metrópoli, cuatro en la Guía del Ocio. A mi no me gustó tanto, creo que se va muchas veces de punto de cocción. Cuando está la historia todavía por desenrollar, me sugiere; al desarrollarla, me desilusiona. Empieza con un empaque y un misterio que luego queda casi en nada. Está contada como una tragedia clásica y ni los personajes ni su epopeya tienen esa categoría. Es un problema de equilibrio: formas ampulosas, historias sin grandeza, y algunos personajes secundarios (la familia de la protagonista por ejemplo) son ridículos. No, a mi no pareció un gran Almodóvar.