viernes, 19 de febrero de 2016

Spotlight. Dir. Tom Maccarthy

No sé si seguirá existiendo ese periodismo de investigación, constante en sus pesquisas, hecho por periodistas de raza, salvando los obstáculos y procurando evitar lo fácil y rápido, no descubriendo el trabajo hasta que están seguros y tienen la noticia explorada en todos sus extremos. Los actores todos conocidos, entre ellos el Oscar del año pasado, Michael Keaton, no lo parecen, crees que no actúan, que son los periodistas. Te da la sensación a veces de que estás viendo un documental. Es uno de los méritos de esta película. Sales del cine con sabor amargo, preguntándote cómo la Iglesia Católica puede dar magisterio de moral y costumbres, cómo no se ha disuelto, cómo puede haber todavía vocaciones religiosas. Si la visión de esta película la completas con la del "Club" de Pablo Larraín, ya tienes toda la secuencia de esta ignominia.
Lo que opina Ana:
Salí del cine descompuesta. El tema que trata es realmente espeluznante, los abusos pederastas por parte de sacerdotes católicos sobre niños de las feligresías más desamparadas de Boston. Completa perfectamente la otra cara de la misma moneda, representada en la película chilena “El Club”. Se trata de un fenómeno extendidísimo y no sólo de unas cuantas manzanas podridas, como quiere hacer ver la jerarquía encubridora. Si las bajas pasiones nos muestran que los sacerdotes son seres humanos y no seres excepcionales, hay que combatir y erradicar a aquellos que se dejan llevar por ellas.

La película tiene ritmo, consigue representar la lucha titánica de ese equipo de reporteros de casta que son capaces de saltar todas las barreras para denunciar lo que todos callan.