Una película de sentimientos que no
consigue transmitirlos, le falta fuerza. Me daba la sensación que Moretti nos
estuviera contando alguna experiencia propia, pero alejándose, poniendo su
personaje en manos de su hermana, la auténtica protagonista de la película. Al
no relatar desde la piel, en primera persona, el efecto del relato es mucho más
sordo y así queda marcada la película, con un tono sordo.
De vez en cuando intenta meterle un
poco de chispa, otra de sus características, lo hace a través del personaje
interpretado por John Turturro que aporta comicidad a un relato lánguido.
Defensa del latín y del oficio de
maestro, eso siempre es un grado.
Emilio: formó parte del ciclo de cine italiano que se proyectó en los Cines Renoir.
Fuimos atraídos por el título y por el director. No me gustó mucho. Me parece que los asuntos que trata: la enfermedad de la madre, la hija directora y el hijo que se dedica a cuidar a su madre (Nanni Moretti) no encajan bien, y sobre todo le falta alma, sentimiento, dolor y amor. Parece que fuera una película de encargo.