Sorprende que nos llegue tanta
filmografía francesa, sin criba ninguna. En este caso se trata de una mala
comedia que no merece salir de sus fronteras, sin duda habrá podido ser un
éxito de taquilla con su humor fácil y burdo, hasta grotesco. Lo único que
merece la pena son las canciones del coro.
domingo, 26 de abril de 2015
El maestro del agua, de Russel Crowe
No aparece siquiera comentada en El País del viernes de su estreno (24/04). Yo fui a verla por motivos profesionales antes que cinematográficos, para comprobar si era aprovechable y podía interesar a los alumnos que estudian Historia del Mundo Contemporáneo. A esta última pregunta no puedo responder, de todo se pueden sacar enseñanzas, lo que sí sé es que es una mala película (dos estrellas en Metrópoli): caricaturesca, melodramática y de postal de viajes. Tiene todos los tics de los productos mezcla de sabores, una historia un tanto inverosímil, aunque parta de un hecho cierto, que luego para engordarla se le van añadiendo capítulos de amor, de amistad, de reencuentro familiar, cuanto más increíbles, mejor. Se condimenta con referencias históricas de urgencia, deseos de paz y fraternidad y para agitar un poco las conciencias, unos toques medio trágicos y escenas bélicas totalmente artificiales (y a cámara lenta).
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Mala, empalagosa, llena de lugares
comunes y fotografía pastelona. Cualquier comparación con En busca del soldado
Brian sería ofensiva, aunque el leitmotiv sea la búsqueda de los cuerpos de
tres hermanos desaparecidos en la batalla de Galípoli, tres chicos australianos
que nunca antes habían salido de su recóndita
granja. Russel Crowe no debiera haberse lanzado al mundo de la dirección,
más le valía haberse quedado delante de la cámara y no querer picar en todos
los campos.
El capital humano, de Paolo Virzì
Se llevó bastantes premios Donatello, además de otros de fuera de Italia. Muestra las miserias humanas repartidas entre las clases altas, medias y bajas en la época actual en la Italia del Norte. Podría ser una mezcla del episodio de "Relatos Salvajes" en la que el hijo de un ricachón atropella a una mujer embarazada, con la de Woody Allen retratando la vida falsa y vacía de la mujer de un especulador, "Blue Jasmin". Jordi Costa se remonta más atrás cita "La muerte de un ciclista" de Bardem. De esta podredumbre sólo se salvan los jóvenes que a contracorriente y a pesar de las dificultades mantienen su amor. Al final como dando verosimilitud a lo visto nos explican el título: es la indemnización que prevén las aseguradoras en función de la situación económica y familiar de las víctimas de los accidentes y es más baja cuanto más pobre es el accidentado, en este caso un ciclista camarero. La mujer que hace de florero, la rica, en un arrebato de lucidez y amargura le dice a su marido que la fiesta que celebran con sus socios y amigos es por haber saqueado Italia y haberse hecho más ricos. Y las cosas siguen igual.
Lo que opina Ana:
Narración perfectamente tramada, la historia se va desvelando a través de una serie de flasbacks encadenados que la van enriqueciendo y le aportan nuevos ángulos de visión. Los personajes están muy bien construidos e interpretados, sirven para hacer una crítica despiadada de algunos sectores de la sociedad italiana en los que la moral se subordina a los mandatos del dinero. El personaje peor parado es el del arribista sin escrúpulos, capaz de venderse y humillarse para conseguir su objetivo. Su entorno familiar es lo único que no encaja en el guión, ¿qué hace una mujer comprometida e inteligente al lado de este fanfarrón?
Lo que opina Ana:
Narración perfectamente tramada, la historia se va desvelando a través de una serie de flasbacks encadenados que la van enriqueciendo y le aportan nuevos ángulos de visión. Los personajes están muy bien construidos e interpretados, sirven para hacer una crítica despiadada de algunos sectores de la sociedad italiana en los que la moral se subordina a los mandatos del dinero. El personaje peor parado es el del arribista sin escrúpulos, capaz de venderse y humillarse para conseguir su objetivo. Su entorno familiar es lo único que no encaja en el guión, ¿qué hace una mujer comprometida e inteligente al lado de este fanfarrón?
La película arranca con un accidente en medio de la noche, un ciclista es arrollado por un todoterreno, el director volverá en el epílogo a conectarnos magistralmente con ese arranque que parecía haberse desvanecido y de manera limpia y contundente reaparecerá el drama olvidado.
Regreso a Ítaca, de Laurent Cantet
Es curioso que haya sido un director francés el que, como si fuera cubano, se haya atrevido a poner en imágenes la historia de una derrota, la devastación. Es duro este regreso a Ítaca porque es poner delante de nosotros los colgajos de una ilusión, Tal vez toda utopía tenga que terminar así, pero duele. Nada que reprochar a los actores y a la puesta en escena, viva y creciendo en intensidad sin salir del espacio primero, una terraza cubana desde la que se ve el ajetreo de La Habana, su mar y sus vecinos. Tal vez sea un poco forzada su historia final, pero no le resta valor, sentido y valentía a esta película.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Durante 95’ los espectadores asistimos
en una azotea desconchada de la Habana, con vistas panorámicas de la ciudad, al
reencuentro de cinco viejos amigos de juventud, que rememoran su historia, con
recelos y añoranza, guardando todos ellos algún resquemor, alguna hiel que
emponzoña su relación. El motivo, es el regreso tras 18 años de exilio en
España, de uno de ellos. La historia tiene un hilo musical conductor, canciones
de ese pasado irrecuperable que evocan algo que no puede volver. Con un
escenario inmóvil, la terraza y sus vistas de la Habana, el director pasa
revista a la situación de Cuba y nos escupe a la cara el fracaso de una
revolución que se llevó por delante los sueños de muchos cubanos y que en la
actualidad se desintegra y camina hacia un futuro incierto. Contada con acierto, manteniendo el ritmo,
jugando con los planos, llegando al final a un relato totalmente intimista con
la utilización de planos psicológicos que desnudan el alma de los personajes. Curioso
que sea un proyecto francés, de un
director francés, el que diseccione en español y con actores cubanos
esta realidad.
La fiesta de despedida. De Tal Granit y Sharon Maymon
El problema de esta película, otra israelita, es el tono sobre un asunto tan poco dado a alegrías. El sentido del humor de la primera parte poco a poco se va tornando hacia la realidad dura de la enfermedad y la muerte, aunque siempre tratadas sin dramatizar. En lugar de aumentar el tono negro del humor con el que se inicia y llevar al espectador casi a un absurdo, va dulcificando lo inevitable. Quedan advertidos, no todo son risas (escribe Boyero que él no rió en ningún momento). Hay algunas cosillas evitables o innecesarias: el salir del armario de dos setentañeros, la cancioncilla entre vivos y muertos y en Metrópoli señalan también la repetición según ellos del mejor chiste, el de la multa de tráfico.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Arranca con gran sentido del humor,
aparentemente estamos ante una comedia, pero poco a poco la historia se va
tiñendo de gris, la alegría se va desvaneciendo, y aquí es donde falla el pulso
narrativo, el director se empeña en mantener su visión cómica, y lo hace de una
manera burda, no alcanza a unir la grandeza del tema, una defensa ética de la
eutanasia, con una presentación ligera.
Sorprende encontrar esta libertad de
miras en un Israel tan contrapuesto al que pocos días antes el cine nos había
acercado en el divorcio de Viviane Amsalem, o aquel otro de la confrontación
racial y cultural de la película Mis hijos.
viernes, 17 de abril de 2015
Calabria. Dir. Francesco Munzi
Vemos al comienzo una estructura mafiosa ramificada por Europa, basada en el tráfico de drogas (Carlos Bardem en Amsterdam). Luego se traslada la acción a Italia, Milán primero y más tarde definitivamente a Calabria, a un pueblo recóndito, Africo, casi en ruinas. Allí están los clanes de la 'Ndrangheta, término proveniente del griego que significa "coraje y bondad" y que define a los grupos criminales calabreses.
En ese mísero pueblo, con más cabras que personas, se desencadena una guerra en la que matar resulta muy fácil, y donde en pocos días, casi sin quererlo, los clanes miden sus fuerzas. Todo ello bajo un drama familiar de primer orden entre un hijo que quiere vengar las viejas historias y su padre, que prefiere olvidarse de ellas. Pero allí mismo eso no se puede lograr, es como estar rodeado de basura y oler a rosas. Este drama podría estar mejor desarrollado y tener más empaque. No es una buena película dentro del género.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
La película acierta en su retrato del
mundo calabrés, se siente auténtico. Hay fallos de guión que crean
incongruencias en el relato. Los personajes no se sostienen con solidez. Acaba
siendo más una historia de familia, con tensiones y celos, que un thriller
sobre la Ndrangheta, impronunciable palabra con la que se denomina a la mafia
calabresa. Me sabe a poco, prometía más de lo que consigue dar.
El último lobo. Dir Jean-Jacques Annaud
Jean-Jacques Annaud ya debe tener sus años para embarcase en estos rodajes tan exigentes. Si leemos la hoja informativa (bastante inconsistente, por cierto) los productores chinos se la ofrecieron. Está basada en una historia contada por un estudiante que durante la Revolución Cultural de Mao, vivió estas experiencias y luego las relató y tuvo mucho éxito, pero no me queda claro si ahora el libro es legal o no, ya que, parece, que su lectura al principio estaba prohibida, ¿por qué? No tiene una crítica política concreta, y si la hay está muy diluida, como todo en esta película. Puede que lo que quiera trasmitir es la pérdida de un modo de vida, la de los nómadas en contacto y respeto con la naturaleza, y al tiempo la transformación de unos espacios primigenios naturales en zonas agrícolas (y tal vez ahora industriales, aunque eso no lo vemos). La deaparición de los lobos sería la metáfora de la de esas praderas infinitas de pasto surcadas por los pastores mongoles. Hay secuencias poderosas (la nocturna de los caballos), pero en conjunto se parece un poco a los documentales de sobremesa de la 2, dramatizados.
Gett: el divorcio de Viviane Amsalem. Directores Ronit y Shlomi Elkabetz
Llegan muchas películas israelíes ahora a España; es verdad que la mayoría tiene cosas interesantes que mostrar y que nos presentan un Israel diferente al que Netanyahu le gustaría enseñar, pero no deja de ser extraña esa profusión cinematográfica.
En este caso es un asunto relacionado con el divorcio, derecho que en Israel está en manos del marido y que se juzga en tribunales rabínicos. El filme de los hermanos Elkabetz, ella, Ronit, además es la actriz protagonista, nos muestra lo difícil que es conseguir el divorcio si el marido no quiere. Con un guión bien modelado y aparentemente repetitivo (el proceso dura 5 años), los directores consiguen que nos impregnemos de la desesperación de la mujer, que siempre choca con la negativa de su marido. El escenario no cambia, la sala del tribunal y sus aledaños. Los personajes son ellos mismos y sus testigos; a través de ellos conocemos más cosas de la sociedad israelí, anclada en muchos aspectos en valores ancestrales, injustos y machistas. Película interesante.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Asistimos durante casi dos horas de
metraje a un interminable juicio religioso por la obtención de un divorcio en
Israel, la cámara sigue a los protagonistas situados en un espacio cerrado, no
hay ninguna salida al exterior, todo sucede entre las paredes del juzgado, en
una pequeña sala de espera y mayoritariamente en la sala de juicios, presidida
por tres rabinos que juzgan desde su podio a los demandantes. La película
consigue tener ritmo, la cámara utiliza planos psicológicos para retratar el
estado de ánimo de los personajes, de vez en cuando se concede la entrada al
humor para rebajar la tensión.
Es un drama muy bien contado, que nos
retrata el hondo machismo imperante en la sociedad israelí.
El año más violento. Dir J.C.Chandor
La película ha tenido buenas críticas.
Estamos en N. York, en 1981. Un empresario de origen latino se quiere abrir un hueco en el mercado de los hidrocarburos. Su mujer esta implicada también en la empresa. Parecen tener puntos divergentes sobre la forma de evitar las extorsiones de la competencia; él, la de la ley del mercado, sin trampas; ella, la de la ley del talión . Esto es en resumidas cuentas de lo que trata la película. A mi, que reconozco que se deja ver, no me ha causado una impresión indeleble. Creo que faltan matices, profundidad, suspense y ciertas dosis de maldad. El protagonista, Oscar Isaac, tampoco es el tipo, aunque ha sido muy valorada su actuación y a Jessica Chastain, como mujer de Oscar, le cortan el vuelo, podría haber llegado mucho más lejos.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Me gusta la atmósfera creada, su
ambientación, su toque de cine negro, pero no me convence la historia. Pienso
en mi adorado Tony Soprano y cualquier comparación me resulta odiosa. Promete
más de lo que consigue, no me conmueven sus personajes.
National Gallery. Dir. Frederick Wiseman
Dura tres horas, eso hay que tenerlo en cuenta. Es un documental para degustadores de arte, fundamentalmente. Está bien hecho y busca dar a conocer lo que hay en las salas (los cuadros, los guías, los profesionales, los visitantes, los pintores que van a copiar cuadros) y lo que no se ve o no se conoce tanto (restauradores, reuniones y proyectos, cuentas y presupuestos). También nos enseñan otras actividades desconocidas y que no sabía que tenían los museos, por ejemplo en el del Prado: clases de dibujo con modelos masculinos y femeninos desnudos, explicaciones específicas para ciegos.
Las obras comentadas son magníficas y las explicaciones siempre sugerentes. Constituyen un material muy utilizable en las clases, siempre que se puedan aislar, hoy vemos un Holbein, mañana un Leonardo, pasado un Ticiano...
No se me hizo larga, aunque tuve que recolocarme varias veces.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Es una película para amantes del arte
y de los museos, se hace un retrato y disección de lo que es un gran museo, de
su vida interior, el espectador se adentra en la National Gallery para conocer su
funcionamiento, todo lo que está por detrás de las salas abiertas al público,
su filosofía, su gerencia, su labor didáctica, su inmenso trabajo de taller, su
programación. La película fluye, la
cámara nos va llevando, nos hace sentir como invitados excepcionales. La
institución cobra vida. Para quienes no
sientan interés por los museos, creo que podría resultar larga y tediosa.
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