sábado, 18 de octubre de 2014

La isla mínima. Dir. Alberto Rodríguez

Ha recibido muy buenas críticas (cinco estrellas en Metrópoli), pero sus expectativas quedaron un poco frustradas al no haber obtenido premios más gordos en S. Sebastián (se tuvo que conformar con el premio de fotografía y al actor coprotagonista, Javier Gutiérrez). La película empieza muy bien, el paisaje, el ambiente, los laberintos de caminos y canales de las marismas del Guadalquivir. La desaparición de dos chicas jóvenes va dando lugar a un entramado de sospechas, retratos de miseria y dominación. Estamos al comienzo de la Democracia, pero allí están presentes todavía los retratos de Franco y el olor a dictadura. Cuando la película tiene que ir cerrando las pistas y llegar la punto donde confluyen los hilos sueltos de los asesinatos, empieza a flojear y el final te deja una mueca de frustración: tanto aparato para llegar a esto tan simple, y encima piensas y te haces preguntas de lo que no casa. En el cine de este tipo hay que ser más preciso que un agrimensor.
Lo que opina Ana:
Lograda ambientación, los años 80 te saltan a la cara completamente vívidos. Fotografía muy cuidada, capaz de narrar la historia desde los más diversos planos, te aleja y te acerca al corazón de la tragedia y a través de ella se presentan las descripciones de un paisaje que es clave en la trama.

La historia tiene fuelle aunque el guión no es perfecto y fallan algunos de los actores, especialmente la madre de las chicas, nada creíble como campesina sin recursos de una España muy profunda. Por el contrario el dúo protagonista, especialmente Javier Gutiérrez, en el papel de Juan, un brigada de turbio pasado franquista, está insuperable.