martes, 18 de septiembre de 2012

Solo es el principio. De Jean-Pierre Pozzi y Pierre Barougier

Es curioso, una película que tiene como protagonistas a niños de 3 y 4 años atrae sobre todo a viejos. La sala de los Verdi, con una buena entrada, estaba casi toda ocupada por gente mayor, jubilados hace tiempo, se supone que muchos de ellos maestros y profesores, porque la película, el documental, trata de la educación que va más allá de la enseñanza reglada y tradicional, y deberían verla especialmente los chicos y chicas jóvenes que quieran dedicarse a esto.
Sobre unas imágenes que nos acercan al lugar del experimento, la escuela Jacques Prèvert de Melun, en el sureste de París, en un zona deprimida socialmente, con niños procedentes de muchos orígenes inmigratorios de 1ª o 2ª generación, se oye por la radio del coche la voz del ministro de educación de Sarkozy, Xavier Darcos, afirmando que para vigilar la siesta de los niños y cambiarles los pañales, no hace falta mucha preparación profesional. Este documental demuestra todo lo contrario. Los niños se lanzan, presididos por una vela y guiados por una maestra de nombre evocador, Pascaline, a pensar, reflexionar y hablar. Este proyecto, que se mantuvo dos años, es posible que tenga, cuando lo vemos en imágenes, sus momentos de zozobra, que no participen todos los niños, aunque sí están todos con sus rostros, miradas y gestos, y que los padres, al tener noticia de lo que se les pregunta, tratarán de "preparar" un poco a sus jóvenes retoños (incluso con peinados especiales). Pero termina saliendo la naturalidad infantil, su visión particular de las cosas, sus creencias, que las tienen, porque lo que nos demuestran es que están ahí,  que se dan cuenta de todo y se construyen su mundo, y ahora, con este documental lo podemos ver. Es cierto que les preguntan "cosas de mayores", pero lejos de rehuirlas, las afrontan a su manera y lo expresan de forma colectiva. Pensar. ¡Qué lejos de la banalidad del ministro de educación!, y en una escuela pública. Francia siempre nos enseña cosas interesantes.
Lo que opina Ana: Arranca el documental con el demoledor pensamiento liberal del ministro de educación de Sarkozy, ¿para qué invertir en la formación universitaria de unos profesionales, cuya función se limita a cambiar pañales y vigilar la siesta? Frente a ello nos adentramos en el corazón de una escuela infantil de un barrio deprimido de una ciudad francesa, para escuchar y sentir su vivo latir. Allí existe el proyecto de llevar la Filosofía a las aulas, de iluminar con el brillo de las ideas los cerebros de unos niños de tres y cuatro años. Estos niños serán capaces de hablar sobre cualquier tema,dejándonos boquiabiertos con sus reflexiones y su capacidad para debatir. Es un grupo multiétnico, colorista, en el que los pequeños protagonistas son un fiel reflejo de la sociedad en la que viven, ellos reproducen lo aprendido, al tiempo que aprenden a pensar por sí mismos y a defender sus argumentos. ¿Qué mejor camino para luchar contra la discriminación, el racismo, la desigualdad? Sólo es el principio.