Lo que se narra es una historia de corrupción, permitida desde el poder con la premisa de que el fin justifica los medios. Es una película dignamente hecha, bien interpretada y con suficientes dosis de realismo para que este thriller policiaco destile verosimilitud. Tiene alguna pega (bajonazos que diríamos en el lenguaje taurino), casi todas relacionadas con la vida familiar de los cuatro policías del grupo; por ejemplo, que el más duro de ellos, Rafael (Antonio de la Torre), acoja en su casa a una chica que aparece a la puerta de su casa y que le dice que no tiene donde quedarse, pues es salirse del guión. Pero si olvidamos o pasamos por alto esta faceta, la búsqueda de drogadictos, los trapicheos, las componendas, los oscuros ángulos del abuso policial, quedan muy bien expuestos, con fuerza, con tensión dramática. No hay que olvidarse en el apartado de los actores del personaje de la Caoba, Estefanía de los Santos, una prostituta entre dos fuegos, que al final sale chamuscada. Excelente interpretación.
viernes, 25 de mayo de 2012
Primer Amor. Dirª Mia Hansen-Love
Sólo la estrenaban en versión original en los Verdi y en el pequeño estudio Magallanes; no sé por qué los demás cines la han despreciado, y es una buena película de amor juvenil, absoluto y cegador, que no deja sitio a nada más. Me decía una profesora de francés de la escuela de idiomas Jesús Maestro al salir de la sesión anterior, que era muy francesa y más larga de lo debido. Es francesa, pero no mucho, no tiene esa cadencia repetitiva, que no sale del punto de partida, que todo lo verbaliza, no es un Rohmer clásico. Es cierto que al comienzo la descripción del amor entre Camille y Sullivan es larga y repetitiva, cambian los escenarios, pero los papeles ya están marcados a fuego: es un amor excluyente para ella y él no se quiere aislar en una sola persona, en una sola experiencia. Pero a partir de ahí, la película progresa en su desarrollo, descubriendo nuevas facetas de la personalidad de ella (tal vez insospechadas y un poco forzadas). Por otra parte, Camille es lo contrario de las protagonistas juveniles francesas, no habla nada. Es curiosa la divergencia que se produce sobre el comportamiento de la pareja protagonista, yo entendía el del chico y Ana defendía el de la chica. Sería interesante saber si esto se repite con otras parejas de espectadores de distinto sexo.
Me gusta como acaba y no se me hizo larga. Ese sombrero que vuela sobre el río Loira y de repente la canción "The water". La cámara se eleva y en un plano general pasamos de la corriente del agua al valle. Tampoco nos poníamos de acuerdo sobre el sombrero, ¿nada ella tras él o lo olvida mientras ese recuerdo se pierde corriente abajo? La cosa tiene su significado.
Lo que opina Ana:
Aunque se trata de una historia pasional con intento de suicidio incluido, se relata con un tono distante, tratando de racionalizar y de asumir la neurosis que produce el enamoramiento. Se mueve con mirada femenina, es la historia de la chica protagonista, obligada a madurar y a aprender a vivir más allá de la presencia del ser amdo. Resulta chocante la naturalidad con que se asume por parte de la familia la madurez sexual de una chica de 15 años, ¿será así de normal en Francia?
El relato se mueve en un tiempo impreciso, por lo que realmente no sabes si la protagonista está o no reviviéndolo todo desde la distancia y por eso mantiene esa mirada entre melancólica y fría. ¿Se llevará el viento, como hace con el sombrerito de paja, la fuerza del primer amor? ¿Será Camille capaz de olvidar a Sullivan para siempre? La decisión es del espectador y no tiene porqué ser unívoca. Entretanto hemos paseado por París y L'Ardèche, con tiempos marcados por silencios y miradas más que por grandes parrafadas explicativas.
Lo que opina Ana:
Aunque se trata de una historia pasional con intento de suicidio incluido, se relata con un tono distante, tratando de racionalizar y de asumir la neurosis que produce el enamoramiento. Se mueve con mirada femenina, es la historia de la chica protagonista, obligada a madurar y a aprender a vivir más allá de la presencia del ser amdo. Resulta chocante la naturalidad con que se asume por parte de la familia la madurez sexual de una chica de 15 años, ¿será así de normal en Francia?
El relato se mueve en un tiempo impreciso, por lo que realmente no sabes si la protagonista está o no reviviéndolo todo desde la distancia y por eso mantiene esa mirada entre melancólica y fría. ¿Se llevará el viento, como hace con el sombrerito de paja, la fuerza del primer amor? ¿Será Camille capaz de olvidar a Sullivan para siempre? La decisión es del espectador y no tiene porqué ser unívoca. Entretanto hemos paseado por París y L'Ardèche, con tiempos marcados por silencios y miradas más que por grandes parrafadas explicativas.
Profesor Lazhar. Dir. Philippe Lalardeau
La vimos la misma semana del estreno, había bastante gente (era viernes), pero salvo un tipo extraño que se sentó al lado y luego se cambió de asiento, no sucedió nada que nos impidiera ver con tranquilidad la película (el ex ministro Sr. Gabilondo y su esposa se sentaron detrás de nosotros, reían de vez en cuando).
La película es una defensa del papel del maestro, pero no sólo, como quiere un padre, para enseñar, también para educar; ambas cosas no se pueden desligar. Aparte de esto, refleja la situación de la avanzada sociedad canadiense, respetuosa hasta extremos ridículos de la seguridad del alumno; por ejemplo dejar que un chico se queme por el sol, antes que extenderle crema en su piel. Otra cosa hay que destacar, lo bien que actúan los alumnos; tienen una capacidad innata para representar papeles. Al final, el nuevo profesor, que es un argelino perseguido en su país por razones políticas, se hace valer, con sus métodos tradicionales, pero con un inmenso cariño a la tarea de enseñar y educar. La niña, en una escena final muy emotiva, así lo reconoce. Una pega, ¿por qué, aunque en la obra teatral original exista, nos introduce en esta bonita y aleccionadora película la duda del currículo profesional del profesor Lazhar? Yo lo habría quitado de un plumazo.
Lo que opina Ana:
Quiere esta película ensalzar el papel de la educación, la figura del maestro, su importante función social y lo hace resaltando los principios básicos, el sentido vocacional de la profesión por encima de las metodologías y de las diferentes escuelas de pedagogía. El profesor debe ser capaz de contagiar las ganas de aprender a sus alumnos, guiándolos con el uso adecuado de la palabra y casi sin ninguna otra herramienta, exportando los métodos básicos de la carestía a un país de la abundancia.
Toda esta historia épica se funde entre los contrastes de un Canadá frío,climatológica y emocionalmente hablando y los recuerdos de la cálida Argelia del exilio que se entreven en la mirada del nuevo maestro, el señor Lazhar. La pena es que el guión tiene muchos baches, es más lo que quiere contar que lo que realmente cuenta, el espectador se queda un poco atónito ante la manera en que van desenvolviéndose los acontecimientos, lleno de preguntas sin respuestas y, sobre todo, perplejo al comprobar que Lazhar nunca había sido maestro; su figura se va diluyendo y deja desamparados otra vez a esos niños necesitados de afecto, normas y conocimiento, y junto a ellos nosotros nos sentimos también desorientados, ¿qué es lo que realmente han querido contarnos?
La interpretación de la niña Sophie Nélisse, capaz de decirlo todo con sus silencios, es lo que más me ha gustado de la película.
Lo que opina Ana:
Quiere esta película ensalzar el papel de la educación, la figura del maestro, su importante función social y lo hace resaltando los principios básicos, el sentido vocacional de la profesión por encima de las metodologías y de las diferentes escuelas de pedagogía. El profesor debe ser capaz de contagiar las ganas de aprender a sus alumnos, guiándolos con el uso adecuado de la palabra y casi sin ninguna otra herramienta, exportando los métodos básicos de la carestía a un país de la abundancia.
Toda esta historia épica se funde entre los contrastes de un Canadá frío,climatológica y emocionalmente hablando y los recuerdos de la cálida Argelia del exilio que se entreven en la mirada del nuevo maestro, el señor Lazhar. La pena es que el guión tiene muchos baches, es más lo que quiere contar que lo que realmente cuenta, el espectador se queda un poco atónito ante la manera en que van desenvolviéndose los acontecimientos, lleno de preguntas sin respuestas y, sobre todo, perplejo al comprobar que Lazhar nunca había sido maestro; su figura se va diluyendo y deja desamparados otra vez a esos niños necesitados de afecto, normas y conocimiento, y junto a ellos nosotros nos sentimos también desorientados, ¿qué es lo que realmente han querido contarnos?
La interpretación de la niña Sophie Nélisse, capaz de decirlo todo con sus silencios, es lo que más me ha gustado de la película.
miércoles, 16 de mayo de 2012
Adiós a la reina. Dir. Benoît Jacquot
Otra película sobre María Antonieta, ¡qué juego da esta mujer! Nada novedoso aporta; está bien ambientada la vida de palacio en todos sus niveles, con una protagonista que los recorre en su amplia dimensión vertical, desde los cortesanos más encumbrados a los servidores, es la lectora de María Antonieta. Un personaje (bellísima Léa Seydoux) del que no sabemos cómo ha llegado a esa proximidad tan exclusiva con la reina. La duración cronológica es de unos pocos días (del 14 de julio de 1789 al 18 0 19), y, claro, de fondo atronador, pero sin invadir todavía la pantalla, está la iniciada Revolución. María Antonieta aparece como se la ha retratado casi siempre, caprichosa (quedaba mejor con Sofía Coppola), y el rey también, tonto, pero digno. En los acontecimientos que se avecinan parece ella más perspicaz que él, más absolutista. En la película de Sofía Coppola bebía los aires por un joven capitán de la guardia, aquí por una duquesa (Gabrielle de Polignac), y es que María Antonieta da mucho de si. Película de producción cara (por cierto, participa España), bien reproducidas las modas y vestimentas y poco más. Tuve el privilegio de verla con cuatro espectadores más.
jueves, 10 de mayo de 2012
Las nieves del Kilimanjaro de Robert Guédiguian
Lo que opina Ana:
Como comentaba Emilio al salir de la proyección, se trata de un cuento sobre ideas que casi podríamos considerar previas al socialismo utópico. De hecho está inspirada en unos verosos de Víctor Hugo. Con aquellas ideas añejas, encara esta historia la dura crisis que padecemos, las actualiza y las emplea para seguir combatiendo la injusticia. Nos abre una puerta a la esperanza, todavía quedan personas con valores que convierten la ética en la base de sus vidas.
Lo que parece una historia menor se va engrandeciendo, sabemos que es una fábula, tiene moraleja y nos hace sentir mejores. Como película no se arriesga, es lineal, correcta, está bien interpretada y el guión sostiene muy bien la historia.
Emilio: Esta película para que te guste debes tener un mínimo de conciencia social y seguramente más de 20 años. Es un cuento social con final feliz. Su desarrollo es lento, aunque no tedioso ( a mi no me lo pareció, aunque en ON Madrid opinaban lo contrario). Parte de la dificultad del poco juego cinematográfico que dan dos jubilados obreros, bien instalados en sus pequeñas comodidades burguesas. Para dar movimiento a esto ocurre un suceso que agita sus vidas y les hace reflexionar y replantearse valores y juicios. Aquí entra esta fábula del socialismo utópico, de la que sales del cine con un buen sabor de boca. Carlos Boyero escribe que Guédiguian es honesto, como su cine.
Como comentaba Emilio al salir de la proyección, se trata de un cuento sobre ideas que casi podríamos considerar previas al socialismo utópico. De hecho está inspirada en unos verosos de Víctor Hugo. Con aquellas ideas añejas, encara esta historia la dura crisis que padecemos, las actualiza y las emplea para seguir combatiendo la injusticia. Nos abre una puerta a la esperanza, todavía quedan personas con valores que convierten la ética en la base de sus vidas.
Lo que parece una historia menor se va engrandeciendo, sabemos que es una fábula, tiene moraleja y nos hace sentir mejores. Como película no se arriesga, es lineal, correcta, está bien interpretada y el guión sostiene muy bien la historia.
Emilio: Esta película para que te guste debes tener un mínimo de conciencia social y seguramente más de 20 años. Es un cuento social con final feliz. Su desarrollo es lento, aunque no tedioso ( a mi no me lo pareció, aunque en ON Madrid opinaban lo contrario). Parte de la dificultad del poco juego cinematográfico que dan dos jubilados obreros, bien instalados en sus pequeñas comodidades burguesas. Para dar movimiento a esto ocurre un suceso que agita sus vidas y les hace reflexionar y replantearse valores y juicios. Aquí entra esta fábula del socialismo utópico, de la que sales del cine con un buen sabor de boca. Carlos Boyero escribe que Guédiguian es honesto, como su cine.
lunes, 7 de mayo de 2012
Martha Macy May Marlene. Dir. Sean Durkin
Esta película tiene la peculiaridad de no dejarte parar en la butaca desde que entras hasta que sales del cine, y luego sus imágenes te persiguen bastante tiempo, te persiguen porque te molestan. La historia de esta chica (espléndida Elizabeth Olsen en el papel de Martha, "un cañón" de personaje, escribe Javier Ocaña) es inquietante desde el principio, en la secta porque no terminan de lavarle el cerebro del todo, hace lo que le piden, se somete al jefe, pero algo le dice que no es para ella esa vida; cuando la abandona, huye de allí, la familia, su hermana y su cuñado también le parecen unos extraños, no sabe qué hacer, dónde está su sitio, y todo contado con encadenados sutilísimos y en un crescendo escalofriante. Y el final es propio de Haneke. Es la primera película de este director, pero a lo mejor no le vuelve a salir una tan perfecta en su desasogante puesta en escena.
Lo que opina Ana:
Ya el título inquieta ¿qué puede encerrar una película con semejante nombre? Una vez en la sala con las luces apagadas y sumergidos en la historia se confirma desde el principio esa inquietud, para irse agrandando a medida que transcurre el metraje, de manera que te hace sentir incómoda porque lo que te están contando es realmente difícil de digerir, produce miedo, desasosiego, lo pasas mal, te quedas paralizado ante la mirada perdida de la protagonista, convertida en un ser frío y al mismo tiempo desamparado.
Es una historia sobre el poder y control que un líder descerebrado puede ejercer sobre sus presas, sobre la instauración de unas reglas de sumisión en el seno de una secta que predica la libertad y el amor y que se va desvelando como peligrosamente dañina para los que las siguen y para los que puedan entrar en contacto con ellos.
El director maneja sabiamente la tensión, habla en dos tiempos, el de los recuerdos y el del presente y los ensambla con maestría; los actores están muy bien elegidos, destacando la magnífica actuación de la protagonista, Elizabeth Olsen.
Lo que opina Ana:
Ya el título inquieta ¿qué puede encerrar una película con semejante nombre? Una vez en la sala con las luces apagadas y sumergidos en la historia se confirma desde el principio esa inquietud, para irse agrandando a medida que transcurre el metraje, de manera que te hace sentir incómoda porque lo que te están contando es realmente difícil de digerir, produce miedo, desasosiego, lo pasas mal, te quedas paralizado ante la mirada perdida de la protagonista, convertida en un ser frío y al mismo tiempo desamparado.
Es una historia sobre el poder y control que un líder descerebrado puede ejercer sobre sus presas, sobre la instauración de unas reglas de sumisión en el seno de una secta que predica la libertad y el amor y que se va desvelando como peligrosamente dañina para los que las siguen y para los que puedan entrar en contacto con ellos.
El director maneja sabiamente la tensión, habla en dos tiempos, el de los recuerdos y el del presente y los ensambla con maestría; los actores están muy bien elegidos, destacando la magnífica actuación de la protagonista, Elizabeth Olsen.
martes, 1 de mayo de 2012
Take Shelter. Dir. Jeff Nichols

Película multipremiada, un poco simplona. Le doy la razón a María Guerra cuando en el programa La Script decía que no levanta el vuelo de lo particular a lo general y se queda en ese ambiente familiar. Lo curioso es que, como en el mito, lo que veía (un tanto cargando las tintas con esas figuras que aparecen entre truenos, que parecen zombies, incluidos sus amigos, familia y perro) se cumple y los tres, padre, madre e hija, van a buscar su destino. Tampoco entiendo ese final.
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