lunes, 21 de noviembre de 2011

Pánico en la granja. Dir. Stéphane Aubier y Vicent Patar



No he conseguido verla en versión original, a pesar de hacer dos intentos y tampoco le he cogido el tranquillo al humor de estos dos belgas. Tienen premios a repartir y la crítica de Yago García en ON Madrid tiene frases como "Desde los mismo títulos de crédito, la cosa impresiona". Se me ha hecho larga, puede que para un cortometraje resultase más entretenida. Los niños que había tampoco parecían muy enganchados; es un humor un poco brutote y simplón. O yo, como digo, no lo he entendido.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Medianeras. Dir. Gustavo Taretto




Es una película argentina, que emplea bastante la voz en off; si unimos estas dos premisas se enciende la luz de peligro, pero no llega la explosión (verbal en este caso), porque el director utiliza con equilibrio y sentido del humor las imágenes, los sentimientos y la vida de los dos personajes centrales de esta historia. A mi me recordó a las películas románticas indies, "Happithankyoumoreplease", "500 días juntos"...Aparte de las referencias evidentes, que funcionan a la manera de homenajes (a Woody Allen, a película argentina "El hombre de al lado"). Lo peor tal vez sean los tiempos muertos, la falta de ritmo en algún momento, pero no quita que se vea con interés por lo que enseña de Buenos Aires y de sus habitantes, de lo que son y de lo que quisieran ser. La apuesta por Pilar López de Ayala es arriesgada, yo creo que en ocasiones se le olvida el acento porteño.


Lo que opina Ana:

Comedia romántica juvenil en Buenos Aires. Habla del efecto jaula de los apartamentos de las grandes ciudades, en ellos los sueños se esconden y desparece el contacto; los ciudadanos se convierten en muchedumbres hacinadas como las que aparecen en las viñetas de Wally, viñetas convertidas en el leitmotiv de esta película que, al ser argentina, pasa por el proceso de las neurosis y la visita al psiquiatra. Se lanzan discursos, se verbalizan las situaciones, los personajes se mueven perseguidos por una voz en off, la ciudad habla con una voz en off, hasta que al final se produce el milagro.

5 metros cuadrados. Dir. Max Lemcke




Escribe Javier Ocaña que esta película tenía que haber llegado cinco años antes, yo también pienso así, y de esa manera haber contribuido a frenar esa epidemia de ladrillo que nos ha invadido física y moralmente. La película se desarrolla bien, pecando tal vez en hacer un retrato simple, esquemático y costumbrista, pero cumple el papel de mostrar un estado de cosas que ha sido general, y unos personajes que han sido así. En esta burbuja ha participado medio país, aunque no todos han sacado el mismo beneficio. O sea, que como película pro indignación funciona. El final debería haber ahondado en la desesperanza y la tragedia, pero el director no se ha atrevido y ha optado por rescatar al pobre timado (muy bien Fernando Tejero). Es cierto que no llega a la polifonía y matices de "Casual Day". pero tampoco se puede afirmar (Metrópolis) que carece del relieve dramático y de la mala leche que tenía aquélla.


Lo que opina Ana:

Disección de una tragedia, esta nueva película de Max Lemck se adentra en el mundo de la corrupción inmobiliaria, nos presenta el modus operandi de unos facinerosos que se enriquecen sin escrúpulos a costa de destrozar las vidas de los infelices que caen en sus garras. Muy adecuada para los tiempos que corren.

Buenas interpretaciones, especialmente las de Emilio Gutiérrez Caba y Fernando Tejero.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El niño de la bicicleta. Dir. Jean-Pierre y Luc Dardenne




Tienen fama los hermanos Dardenne de incomodar al espectador con sus películas, de mostrar, sin ocultar los aspectos más desagradables, la situación social a la que ha llegado Europa; en bastantes ocasiones son jóvenes los protagonistas. La historia que cuentan, que obtuvo el Gran Premio del Jurado del último festival de Cannes, parte de los mismos presupuestos: un hijo que necesita desesperadamente a su padre y éste prescinde de él. Lo raro, en la vida real, y en las películas de los Dardenne, es que aparezca una ser angelical que rescate a estos desvalidos en su caída inexorable al pozo, y aquí si está. No es un rescate fácil, tiene peligros y desvanecimientos. Se muestran en la película y Cyril, el niño, tiene que pagar por ello, pero sale adelante, tal vez porque los cineastas han querido que el mito del buen salvaje roussoniano no encuentre en la sociedad solo elementos que lo corrompan, sino que lo salven. La película está rodada e interpretada con solvencia y contención.


Lo que opina Ana:

Bonita historia de reinserción social, la de un chico abocado si no al abismo. Los hermanos Dardenne consiguen su película más luminosa, contagiándose por la luz del verano. Marcan un ritmo naturalista sin cargar las tintas, huyendo de las fatalidades del destino y dando una oportunidad de salvación a su protagonista.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Habemus Papam. Dir. Nanni Moretti





Para mí, el mensaje más categórico que lanza la película es la negación de la infalibilidad del Papa; todo el discurrir de la historia desde el nombramiento del cardenal Melville (Michel Piccoli) como Sumo Pontífice es la plasmación de la duda sobre la elección "divina" recibida. Como un hombre cualquiera; ese es el mensaje que Jordi Costa califica de "humanista" en la crítica que hace a la película. Ahora bien, los cardenales aparecen como unos buenos hombres, ya ancianos algunos, con sus achaques, sus pequeñas vanidades, sus excentricidades, pero son como corderitos que necesitan un pastor. Moretti, en algunas ocasiones con excelentes imágenes y encuadres, las del cónclave, por ejemplo, con sorna casi siempre, el partido de boleibol entre los cardenales agrupados por continentes, el Papa falso, son momentos divertidos, y con algún exceso, el deambular del Papa por Roma, huido del Vaticano, se hace un poco largo para acabar como acaba, pierde una ocasión inmejorable para retratar lo ancestral, retrograda y poderosa que es la institución vaticana. Pasas un buen rato, eso no hay que negarlo.




Lo que opina Ana:


Modera Moretti su mirada crítica e inventa una trama vaticana muy suave. Nos cuenta el ataque de pánico que sufre el recién elegido nuevo pontífice, al sentirse incapaz de asumir sus responsabilidades. Con este argumento se adentra en los palacios papales y nos lleva a convivir con toda la curia cardenalicia allí encerrada, formada por un conjunto de ingenuos y amorosos viejetes, nada intrigantes. El mismo Moretti se colará dentro para dar vida al personaje de un afamado psicoanalista llamado a auxiliar a su Santidad sin conseguirlo. Es un humor ligero, como también es ligero el resto del contenido de la película,en la que no hay grandes disquisiciones morales. Michel Piccoli se impone en su papel del nuevo Papa, pasea su inseguridad por las calles de Roma, pero no conmueve a nadie porque la historia que nos cuenta tampoco lo hace. Un divertimento sin más consecuencias.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Melancolía. Dir. Lars Von Trier





Esta película tiene varias sorpresas, entre ellas está ver el nombre de Penélope Cruz resaltado en letras más grandes que los demás en los títulos de crédito, cuando ella no actúa. Son las cosas de Lars Von Trier. Otra es que hay dos partes completamente diferentes. La del principio se titula Justine y es reconocible en el cine de este director y de algunos otros del grupo Dogma. Es ver en un acto solemne, en este caso una boda, la descomposición familiar y personal (Celebracion iba de lo mismo, aunque llegaba más lejos). La segunda parte se titula Claire, el mombre de la hermana (por lo visto para el director pueden ser el mismo personaje dividido en dos; yo, ni idea). Aquí el protagonista es el planeta Melancolía y su posible impacto contra la Tierra. Me parece un poco simple y poco transgresor para la complejidad argumental y dialéctica de este director. No lo reconozco en esta segunda parte. Además no soy capaz de encajar los dos capítulos, a no ser porque los personajes principales se repiten. Le sigue gustando captar el movimiento a cámara lenta, así lo hizo en Anticristo y así lo hace al principio de ésta, con imágenes de bella factura, que vienen a ser como la sinópsis, más sugerente que su desarrollo.


Lo que opina Ana:


Espectacular arranque con imágenes que te paralizan clavándote en la butaca, puro cine, espectáculo expresivo que se corta drásticamente para reaparecer al final de la película y dar sentido a esa cascada de poderosas imágenes iniciales; entre medias la película decae, asistimos a una extraña boda que tiene mucho en común con la atmósfera y la tensión de "Celebration", el ambiente se vuelve claustrofóbico y las relaciones surrealistas; llegará luego un segundo tiempo en el que se avecina el trágico y destructor final, ya no hay melancolía, sino fatalidad.


No sé cómo habría resultado con Penélope Cruz, Lars von Trier escribió este guión para ella, no pudo ser y acabó en manos de Karsten Dunst, ya no se puede pensar en otra Justine.

Las aventuras de Tintin. El secreto del Unicornio. Dir. Steven Spielberg





Hay que diferenciar a los tintinófilos y a los que no lo somos. Los primeros al ver la película la compararán inevitablemente con el comic; los que no, simplemente vemos lo que se nos proyecta y punto. Para esta crítica me viene muy bien una declaración del director de otra película de animación, Sylvain Choment: refiriéndose a su película (El Ilusionista) dice que no tiene nada que ver con las películas americanas de animación, que te lo dan todo hecho, "¡No es una montaña rusa!", pues Tintin, sobre todo en su segunda parte, es eso, una montaña rusa. Un ir más allá de la anterior pirueta, del anterior prodigio, hasta cansar. Me gustó más la primera parte, antes de salir a la búsqueda del Unicornio y sí, reconozco que las escenas de los barcos, el asalto del corsario Rackham el Rojo, tienen fuerza y brillantez, pero seguir por esos derroteros mientras comes palomitas no es para mí. Escribía Carlos Boyero, y lo suscribo, que es Indiana Jones en dibujos animados, una carísima y digna, aunque no memorable película de aventuras.




Lo que opina Ana:


Para una tintinófila la película se deja ver una vez que se ha aceptado que está basada en y que en ningún momento es una puesta en escena mimética de un album completo de Tintín. Pica de aquí y de allá, mezcla aventuras de distintos Tntines e incluso inventa nuevos escenarios. Los personajes son reconocibles y creíbles, especialmente el malvado Allan.


La película es una aventura imparable, tiene un ritmo frenético que lleva el sello de la factoría Spielberg, algo que difiere del placer de seguir las viñetas del cómic, en ellas puedes detenerte mucho tiempo, disfrutándolas mientras sigues la aventura en la que se está metiendo Tintín. La gran pantalla con sus logrados efectos especiales, con su cuidado tratamiento de los personajes, animados de manera que casi parecen seres vivos,no nos da tiempo para el reposo, se siguen otros códigos, yo los acepto, pero regreso a saborear con pasión las viñetas en el papel.

domingo, 6 de noviembre de 2011

El Ilusionista de Sylvain Chomet




Lo que opina Ana:
Bellísima y poética película de animación basada en un guión original del gran Jacques Tati. Los dibujos son extraordinarios, podrías estar contemplándolos durante horas y quedarte ensimismada con cada uno de sus prodigiosos fotogramas.
La historia es triste, melancólica, un canto a un mundo que se pierde, el de los magos, funambulistas y demás artistas de la farándula, arrinconados por las nuevas tendencias en el mundo del espectáculo.

Emilio:

Es una película deliciosa, pero triste. El personaje del Iluminista, un alter ego de Jacques Tati, emprende un viaje al Reino Unido en busca de teatros donde representar su magia. Le da igual el lugar, cualquier tarjeta de invitación vale, así llegará a las tierras lejanas de Escocia, actuará en el pub local de un pueblo al que hay que llegar en barco, donde por las estrechas calles deambulan a la par personas y ovejas. La recreación de esos paisajes es estupenda. Allí se encuentra a una chica, casi como si fuera su hija, que lo seguirá en su periplo artístico.

Es, como señala su director, una película de ritmo pausado, que hay que ver sin esperar grandes sucesos, que te va ganando poco a poco y te adentras en la historia, que acaba con la tristeza de la desilusión del propio ilusionista por no ver reconocido su trabajo, y aclararle a la niña, Alice, que la magia es un engaño. Qué agradable encontrar narraciones como esta, tan bien contada.