
Me extrañó ver en los títulos del principio que estaba financiada y promocionada por capital internacional; se explica enseguida: la película denuncia la represión de la época de Saddam Husseim. Eso no debería justificar la guerra de Irak de Bush hijo, aunque no queda claro.
La película la mantienen un niño y su abuela, y ninguno de los dos puede con ella; por lo tanto nos quedamos con las imágenes del mundo iraquí tres años después de la caída del régimen, las ciudades en ruinas, la destrucción, el fuego, las formas de supervivencia y la búsqueda desesperada de los familiares desaparecidos en las cárceles del dictador. Por eso merece la pena, por la dramatización de la historia que se cuenta, no tanto. De todas maneras, conoces una realidad necesaria.
Lo que opina Ana:
Esta road movie por tierras iraquíes tiene un fuerte mensaje político, la denuncia del horror vivido en el país, la tragedia de sus fosas comunes repletas de desaparecidos sin nombre, sólo por eso vale la pena verla, pero por poco más, le falta el ritmo, la interpretación, el latido fílmico. El mensaje y la imagen de las mujeres, manchas negras ondeando al viento en el desolado paisaje del desierto, sufriendo la tragedia, son lo que salvo de la película.
Lo que opina Ana:
Esta road movie por tierras iraquíes tiene un fuerte mensaje político, la denuncia del horror vivido en el país, la tragedia de sus fosas comunes repletas de desaparecidos sin nombre, sólo por eso vale la pena verla, pero por poco más, le falta el ritmo, la interpretación, el latido fílmico. El mensaje y la imagen de las mujeres, manchas negras ondeando al viento en el desolado paisaje del desierto, sufriendo la tragedia, son lo que salvo de la película.