miércoles, 26 de octubre de 2011

Another year. Dir. Mike Leigh




Muy bien juzgada por la crítica, Javier Ocaña, por ejemplo, escribe que es la enésima demostración de la clarividencia de Mike Leigh para reinventar el melodrama, que en ella no ocurre nada, y en realidad ocurre todo, etc.

Se ve bien, las historias se van sucediendo como la vida, con días buenos y días malos; lo que ocurre aquí es que para todos los que no son la pareja protagonista, la mayoría son malos. Hay un cierto regodeo en la desgracia general, frente al equilibrio y tranquilidad, respeto y disfrute de la vida , de las pequeñas cosas de la vida, de esa isla que forman el geólogo y la asistente social. El contraste es demasiado grande. Es como si estuvieran tocados por una varita mágica, mientras el resto se despeña por el abismo o las palma.

Lo que opina Ana:
Una película que reflexiona sobre la cercanía de la vejez, orquestada en torno a un matrimonio asentado y feliz que está rodeado de amigos infelices y solitarios. Es una crónica en la que cuenta el tiempo, ya que de su paso inexorable es de lo que trata esencialmente la película. Se percibe el transcurrir de la vida a través del ritmo de las estaciones, marcado por las idas y venidas de la pareja protagonista al huerto ecológico en el que cultivan, ésa es una de sus aficiones en común.
La película es amarga, frente a la ecuanimidad y la apacible existencia de la pareja protagonista, prácticamente todos los que los rodean, los amigos de su edad, se encuentran solos, deprimidos, coquetean con la bebida o comen como animales para saciar sus frustraciones. De todo este entramado pesimista, destaco la estupenda interpretación de la desequilibrada Mary (Leslie Manville), la amiga neurasténica que borda su papel y nos transmite su indefensión.

Four lions. Dir. Chris Morris




Javier Ocaña califica esta película de "sensacional". Termina su crítica preguntándose, ¿por qué estamos heridos por dentro al final si hemos estado carcajeándonos todo el rato? Bueno, yo no me he carcajeado casi nada y no he acabado herido, ni por dentro ni por fuera. Un poco molesto sí, po habeme hecho más espectativas de las debidas. En realidad, esta película es una serie continuada de sketch, que lo mismo podrían estar 20 que 200. Se junta a cuantro tontos haciendo tonterías muy serias y a rodar. El argumento son ocurrencias dando vueltas a lo mismo: cómo hacer un atentado. Puede que la realidad sea así de estúpida, pero para verla en forma de película, debería estar algo más trabajada, más hilvanada. El humor es muy difícil de conseguir, y más si toda la película tiene ese tono de falsa comedia.

Lo que opina Ana:
Parece que no acertamos con las películas esta semana. La crítica había hablado muy bien de esta ácida comedia británica, yo no encontré la comedia por ninguna parte, me pareció burdo su sentido del humor y la película en general una astracanada.

Margin Call. Dir J.C. Chandor



Margin Call te deja frío y un poco adormecido. Vemos a unos personajes que quieren salvar su puesto de trabajo y para ello venden acciones, títulos y cédulas que son aire, pero el mercado es así. Todos sólo buscan su salvación; el capitalismo genuino, el individual, el yo supremo. Cualquier proyecto colectivo o comunitario es una antigualla. De todas formas, la visión de este mundo de ejecutivos de las finanzas, los dueños del mundo, está realizada desde la distancia; a mi no me pasó como a Carlos Boyero que le pareció una desasosegante y terrible película; al contrario, la vi casi como si fuera una práctica de laboratorio, una disección, un retrato antropológico, que pese a los desmanes morales que presenta, no me llevó a ese estado emocional que suscitan las buenas películas de denuncia, y eso que tiene unos actores de gran relumbrón.

Lo que opina Ana:
Grandes intérpretes para una película difícil de seguir, fiel reflejo de esta crisis en la que estamos inmersos, ellos son los mercados de los que tanto se habla y de los que el común de los mortales sólo sabemos que nos están jodiendo la vida, pero sin comprender de dónde procede todo este embrollo y por qué no se atisba la salida.
No me atrapó, me aburría su intriga y acabé dejándome adormecer en la butaca tras una larga semana de trabajo.

jueves, 20 de octubre de 2011

Nader y Simin: una separación. Dir. Asghar Farhadi



Es una película interesante, bien rodada, intensa, que interesa y te hacer reflexionar. Tiene un ritmo constante y los personajes entran en escena perfectamente engarzados en la trama principal. Llama la atención la cantidad de recursos cinematográficos que utiliza Asghar Farhadi: la cámara móvil, las escenas fuera de plano, las elipsis narrativas, las escenas de interior con mucha gente, los traveling urbanos, y lo mejor es que no se nota la cámara, no está el director omnipresente guiándola, fluyen las imágenes de forma natural. Dicho esto, surge la duda, la gran duda. ¿Es Irán así? ¿Por qué él puede rodar y hay otros directores iranís encarcelados? ¿será verdad que Irán va a presentar esta película a los Oscar? Creo haber leído que para poder filmar esta película o para poderla presentar en el Festival de Berlín, donde director y actores ganaron los máximos galardones, tuvo que retractarse de su apoyo a esos directores maniatados y arrestados. Si es así, esta película no vale nada. Sería un engaño, una falsa visión muy dulce y suave de lo que pasa en Irán.

Lo que opina Ana:
Esta película te conduce a un Irán desconocido, con un estilo de vida bastante occidentalizado en algunos de sus personajes; frente a ellos aparecen otros más ligados a la imagen que aquí podemos tener sobre el país de los ayatolás. A través de la historia de un divorcio, va surgiendo otra vía argumental que servirá apara adentrarnos en un conflicto de clases, al tiempo que se plantean importantes reflexiones morales. Se tocan temas que transcienden escenarios geográficos concretos para convertirse en universales.
Está muy bien narrada y filmada, la cámara se mueve con maestría y el elenco de actores es magnífico.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Las razones del corazón. Dir. Arturo Ripstein


Se enfadó mucho Ripstein porque en el festival de San Sebastían no le dieron ningún premio. Tendría que estar mucho más furioso Urbizu porque a él le pasó lo mismo y su película es mucho mejor. Me parece un cine antiguo, como el de Buñuel, etapa mexicana, sin su maestría. Resulta ser como una obra de teatro filmada. Todos los escenarios son interiores, las luces juegan una función dramatizadora de primer orden, las interpretaciones también tienen ese toque teatral, de fuerte expresividad, donde la palabra, la dicción es fundamental (por cierto, hay expresiones que no se entienden bien y otras que suenan al Quijote, como babieca de una persona un poco tonta). La referencia a Mme. Bovary no me pareció tan cercana, sobre todo porque aquí Emilia (Arcelia Ramírez) está tan colada que su amor es enfermizo. Desde luego es un cine para gente habituada a ir al teatro y a ver películas especiales.

Lo que opina Ana:
Como dice Emilio, es una película de otra época, en expresividad, tomas, luces, montaje, planteamiento temático. A mí no me importa esta vuelta al pasado, a un lenguaje dramático en blanco y negro con luces expresionistas y cargado de sentimientos tortuosos.

Son of Babylon. Dir. Mohamed Al-Daradji


Me extrañó ver en los títulos del principio que estaba financiada y promocionada por capital internacional; se explica enseguida: la película denuncia la represión de la época de Saddam Husseim. Eso no debería justificar la guerra de Irak de Bush hijo, aunque no queda claro.
La película la mantienen un niño y su abuela, y ninguno de los dos puede con ella; por lo tanto nos quedamos con las imágenes del mundo iraquí tres años después de la caída del régimen, las ciudades en ruinas, la destrucción, el fuego, las formas de supervivencia y la búsqueda desesperada de los familiares desaparecidos en las cárceles del dictador. Por eso merece la pena, por la dramatización de la historia que se cuenta, no tanto. De todas maneras, conoces una realidad necesaria.

Lo que opina Ana:
Esta road movie por tierras iraquíes tiene un fuerte mensaje político, la denuncia del horror vivido en el país, la tragedia de sus fosas comunes repletas de desaparecidos sin nombre, sólo por eso vale la pena verla, pero por poco más, le falta el ritmo, la interpretación, el latido fílmico. El mensaje y la imagen de las mujeres, manchas negras ondeando al viento en el desolado paisaje del desierto, sufriendo la tragedia, son lo que salvo de la película.

Stella. Dir. Sylvie Verhayde


Película de festivales, difícil de realizar porque el peso recae en una niña, y ya se sabe los peligros que hay en esto. Sin embargo, está muy bien contada y muy bien interpretada. La niña Stella (Léora Barbara) tiene la complejidad propia de su edad, 11 años, y del mundo que habita, un bar de la periferia de París, lleno de gente al borde de la marginación. Una película como esta, tratada como está, tenía que ser en parte autobiográfica, y así es. El mensaje que trasmite lo debería aprender la Sra. Aguirre, Pta. de la Comunidad de Madrid, de que en la educación pública, la que recibe a niñas como Stella, está la llave de la formación personal y académica, la madurez y la preparación para enfrentarse al mundo adulto.
Una ocasión excelente para ver un cine no comercial, de calidad y con un significado más allá de pasar un rato y olvidar.

Lo que opina Ana:
Es una película que deja una huella perdurable, a mí se me encoge el corazón al recordarla. Afortunadamente tiene un final feliz, triunfan las ganas de vivir de la protagonista que escoge el camino correcto, el que llega de la mano de la educación redentora, su única vía de ascenso y huída.
Está contada con maestría y el gran hallazgo es la elección de Léora Barbara como protagonista, es perfecta para el difícil papel de Stella.

Mammuth. Dir. Benoît Delèpine y Gustave Kervern




A Ana le pareció una "slapstick" (una bufonada), no en el lenguaje del cine, sino literal. Es una película exagerada en todo, en la parte técnica está rodada con descuido, parece una cinta de mala calidad por el grano que tiene. El personaje principal, Sege Mammuth (Gérad Depardieu), es un individuo fuera de época, desclasado. Ni obrero concienciado, ni burgués, está recién jubilado y no lo entiende. Cuando va a buscar las firmas de sus antiguas empresas para poder cobrar la pensión, hace un viaje liberador, lleno de situaciones y personajes como él, fuera del momento. Desde este punto de vista es un poco anarco el mensaje, los individuos están por encima del sistema, pero esto no se desarrolla mucho. Te queda la sensación de la alienación y lo miserable de la vida de la mayoría de los mortales, pero todo esto tratado de una forma muy sui generis. Hay que pensarlo antes de ir a verla.

Lo que opina Ana:
Culto al feísmo, desde ese punto de vista la película consigue su objetivo, sus personajes son repulsivos, una pandilla de lerdos, gordos, marginales, obtusos y sin derechos, carne de explotación que a nadie importa, incluso ni al espectador, a quien no llegan a conmover en ningún momento, al menos ése es mi caso. El dueto de dierctores la fastidia al meter un contrapunto de belleza femenina que desdice todo ese planteamiento, ¿qué sentido tienen las apariciones de Isabelle Adjani? Quizás es que antes de morir fuera, además de bella, otro ser de mente plana como la del protagonista.
Esta película sólo consiguió cabrearme, Emilio, en cambio, la recibió mucho más benévolamente, encontrando en ella no sé qué razones de denuncia contra el capitalismo feroz...¡menos lobos!
Sólo salvo la pugna en la playa entre el lerdo de Mamut, el protagonista, y otro congénere por el estilo, mientras se disputan la arena vacía en busca de un "tesoro" escondido.

La deuda. Dir. John Madden



El cambio drástico que se produce en los personajes de cuando realizan la misión de cazar a un médico asesino nazi en Berlín Este, en 1966, a cuando se inicia la narración, convertidos por aquella acción en héroes, en Israel, en 1997, es difícil de asimilar, sobre todo por la ruina provocada en alguno de los espías que la llevaron a cabo. La falsa resolución de esa misión les ha llevado a un conflicto interior permanente, que provoca en ellos la ruina no solo mental, sino física. Sucede con el espía más convencido de su cometido, el más honesto. La otra cosa que chirría un poco es el contumaz instinto de supervivencia del nazi, desde el comienzo hasta el final, y eso que te parece que es casi un viejecito. Escribe Javier Ocaña que el último acto está cogido con alfileres, sobre todo, me parece, porque es volver al peligroso mundo del espionaje y las misiones arriesgadas y difíciles después de 30 años sin ejercer. A pesar de esto se ve bien, y resulta curioso como el nazi achaca el holocausto a la parsimonia de los judíos en su respuesta al maltrato que recibían.

Lo que opina Ana:
Es una historia muy bien contada, mantiene la tensión y consigue mezclar la trama de espionaje y la evolución de los sentimientos personales con acierto. Las conexiones entre la historia pasada y el presente resultan eficaces.
La ambientación del Berlín Oriental en plena guerra fría es muy efectista, se convierte en otro personaje con gran protagonismo en la trama de la película.

No habrá paz para los malvados. Dir. Enrique Urbizu


La crítica no ha escatimado elogios (C.Boyero opina que era de lo poco que mereció la pena en S. Sebastían). El que sea un director español el que se atreva a hacer un thriller de ambiente policial, mezclando el cártel de drogas colombiano y los grupos radicales islamistas, tiene sus riesgos y los ha superado; es verdad que te pierdes en algunos momentos, eso suele pasar en este tipo de películas; también es posible que el reparto de actores no esté a la altura requerida, es que todo lo oculta el resplandor de José Coronado, que da vida a un policía fuera de la ley, pero que persigue con encono a las mafias y a los integristas. De todas formas hay secundarios muy bien definidos, como el morito confidente de la poli. Acción, violencia y sin usar el gancho del amor ni del sexo. Un riesgo que debe aplaudirse.

Lo que opina Ana:
Resulta increible que esta película haya pasado sin pena ni gloria por el festival de San Sebastián; cuando menos hubiera debido merecer el premio a la mejor interpretación masculina, José Coronado borda su papel de policía resentido y fracasado, ahogado en el alcohol y sin ninguna traba moral para actuar como un delincuente más. La historia resulta inquietante, te adentra en el escenario del mal, tan cercano, conviviendo en los mismos espacios que la gente de a pie, son evidentes los paralelismos con la historia real que condujo al 11 M y eso da mucho miedo; acabas con la sensación de que nuestra seguridad pende de un hilo muy fino, demasiado frágil, por lo que en culquier momento podría desencadenarse otra masacre terrorista.