
Lo que opina Ana:
Una cándida abuelita que maleduca al nieto con el que convive, se encuentra de pronto en un callejón sin salida, atrapada, con nuevas certezas que no le gustan y busca en la poesía su expiación. El guión, premiado en Cannes, se enreda a veces, con lo que sales con dudas, algo confundida, pero sin que te importe demasiado pues tampoco has llegado a sentir gran emoción, ni a encariñarte con los personajes.
Una cándida abuelita que maleduca al nieto con el que convive, se encuentra de pronto en un callejón sin salida, atrapada, con nuevas certezas que no le gustan y busca en la poesía su expiación. El guión, premiado en Cannes, se enreda a veces, con lo que sales con dudas, algo confundida, pero sin que te importe demasiado pues tampoco has llegado a sentir gran emoción, ni a encariñarte con los personajes.
Emilio: la trayectoria vital de esta señora, siempre elegántemente vestida, es difícil de comprender. Se tocan varios asuntos, el incipiente Alzheimer, su trabajo como asistente de ancianos discapacitados, su entrega a la poesía y al círculo variopinto de poetas aficionados y la relación con su nieto, un autista sin diagnosticar. No sabemos qué hace allí este chico, ni por qué ella tiene que asumir el papel de culpable en la tragedia con la que se abre la película; por lo que, a pesar de premios y calificaciones aceptables, me alejé, me perdí y...me dormí.