viernes, 24 de diciembre de 2010

When you´re strange de Tom Dicilo


Lo que opina Ana:
Un buen documental sobre el fenómeno de masas que supuso la aparición de los Doors, haciendo un buen retrato de los 60 y los 70 y de todo el movimiento contracultural de la juventud occidental.
El director utiliza imágenes de archivo y también a un único personaje de ficción que, en mi opinión, habría sido mejor no utilizar, es una especie de hilo conductor simbólico que no sirve más que para confundir. La música domina, como debe ser, la película. No se hacen juicios de valor, se exponen unos hechos, se presentan unos personajes, y al espectador le queda la parte de sentir a su manera lo que le están contando. Yo personalmente salí muy apenada por la basura en la que se acabó convirtiendo la vida de Jim Morrison por su abuso de las drogas, apenada, no escandalizada en un plan moralista. Emilio, en cambio, salió feliz después de haber disfrutado de un espectáculo de música con mayúsculas, lo demás parecía no haberle afectado.

Emilio: Buen documental, buena música y un tipo rarísimo: Jim Morrison. Al principio parecían todos unos aficionados ocasionales, destinados a recorrer un corto camino en el repleto mundo de los grupos musicales, pero cuando los ves actuar en directo te das cuenta de que tienen una profesionalidad que les permite hacer canciones magníficas y sostener las improvisaciones de Jim Morrison, cuya carrera como vocalista es todavía más rara, porque no lo había hecho nunca antes. Hay un personaje en el comienzo y final de la película que viene a ser un alter ego del propio protagonista. Es un capricho del director,y como en todo lo demás lo hace bien, se le puede perdonar. Y la música, siempre la música, aunque algunos se quemen en ella.

Todas las canciones hablan de mí de Jonás Trueba


Lo que opina Ana:
Una ópera prima sin lugar a dudas, pero sin la frescura que podría redimirla de todos los defectos que la acompañan. La cámara se mueve rodando en primerísimos planos que preteneden crear un ambiente intimista y lo único que consiguen es agobiar al espectador que llega a enfadarse de estar tan encerrado entre portales, suelos y arbustos espesos que no le permiten ver más que lo obvio. El guión parece recitado, también le falta libertad, está encorsetado como las imágenes que son las de un aprendiz que se esfurza por obtener una buena nota demostrando que se sabe muy bien la lección. Sirve de crónica de una nueva juventud postuniversitaria a la que no ha afectado la crisis y que nos revela una mentalidad muy abierta en cuanto a las relaciones de pareja.


Emilio: Javier Ocaña en El País valora sobre todo lo positivo de la película y la califica de "insólita propuesta". Pues no sé. Si es novedosa sería en utilizar secuencias donde la presencia física de un personaje se hace realidad cuando en la mente de quien está pensando en ella solo es una presencia mental. O sea, están hablando de una persona, la chica suele ser, y aparece ella en el mismo plano, como si interviniera en la escena, sin que los demás personajes se den cuenta de ello.

Por lo demás, a mi me parece que le falta fuste, dimensión de película que marque una época. No creo que llegue a ser lo que fue "Ópera Prima" de su padre. Hay cosas manidas y personajes antiguos, queriendo ser modernos, como ese amigo del protagonista que dice mil veces "follar". El Ayuntamiento de Madrid debería agradecer al director que enseñe un Madrid al estilo Woody Allen con Nueva York. De los personajes me gusta más, en todo, incluyendo su interpretación, la chica, Andrea (Bárbara Lennie)

martes, 21 de diciembre de 2010

Balada triste de trompeta de Álex de la Iglesia


Lo que opina Ana:
Sin duda Álex de la Iglesia es un hombre de cine, un creador de imágenes que compone planos arriesgados y atmósferas oníricas, pero en esta ocasión la película se le ha ido de las manos y es una pena, porque hay en ella momentos de gran cine. Toda la recreación del mundo circense es magnífica, hay magia, fuerza, historias y personajes que ,desgraciadamente, sólo se perfilan y acaban por perderse entre la maraña de un guión desnortado.

Emilio: cuando veamos el Valle de los Caídos ya no será igual. Se sentaron dos señoras a nuestro lado y hablaban antes de la película de la parroquia a la que habían ido a misa por la mañana, era domingo. Al final, ya con las luces encendidas, afirmaban convencidas que el cine español era una mierda. ¿Dónde se habían informado?

Carlos Boyero es un crítico de amores y desamores rotundos, y esta película le ha caído bien, en el lado del amor: "...volcan abarrotado de talento, subversión y alma". Yo no veo tanta perfección. Sí veo el volcán, pero que tan pronto explota por un lado como por otro, no sabes que nuevo conejo se sacará de la chistera. En la primera parte vas encajando situaciones e historias disparatadas, pero la última media hora ya se sale el agua del cazo, y se derrama. No puede uno colocar una detrás de otra todas las ocurrencias y referencias cinéfilas que hay, un freno es indispensable, y Alex de la Iglesia va cuenta abajo y sin frenos. No le para nada. Sale Franco, sale Carrero Blanco, hay coincidencias inverosímiles, y el final del drama es cine de los años treinta, claroscuros, tomas dificilísimas, la Cruz de los Caídos convertida en el Word Trade Center de King Kong.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Chloe de Atom Egoyan


Lo que opina Ana:
Un enredo erótico para gente adinerada y guapa aburrida con su rutina. Lo mejor, la casa de los protagonistas, un recreo arquitectónico. Lo peor, el no saber cómo salir del enredo para llegar a un happy end que ridiculiza y banaliza todo lo que pudiera haber llegado a tener de transgresor el argumento de la película.

Emilio: la película tiene un lado arriesgado, que es el más interesante: la relación entre Chloe (la prostituta refinada que interpreta Amanda Seyfried) y quien la contrata, la mujer que se cree engañada por su marido (Julianne Moore), pero no dura mucho, el director prefiere retroceder al estatus familiar clasista, solo queda flotando la insinuación del recogepelo de la última toma. Hay varias cosas que fallan, la más evidente es la relación familiar, sobre todo del hijo con la madre, y la otra, la facilidad con la Chloe entra en la vida de esta acomodada familia canadiense.

Cyrus de Jay Duplass y Mark Duplass


Lo que opina Ana:
Entretenida comedia con un buen guión y una buena interpretación que se deja ver, pero que también se olvida pronto.

Emilio: comedia no es, y eso que al final se arregla. La puga entre un hijo permanentemente refugiado en el seno materno, pese a su edad, y el pretendiente de la madre, es el trasunto de esta película, que está correctamente contada e interpretada, en un tono medio en todo: dramatismo, emoción y pasión.

Bon appétit de David Pinillos


Lo que opina Ana:
Desde la primera toma sabes que te has equivocado, que estás ante una mala película, la siguiente hora y media en la sala sólo contribuirá a reforzar esta impresión. El guión se tambalea y entra forzado en muchos momentos, ¿a qué viene ese viaje hasta Bilbao?Todo es esperpéntico, las conversaciones con la madre, el encuentro con la novia, el pasteloso panorama de la playa con lluvia...Se ve que hay que contentar a los países que han financiado la película, de ahí que haya que pasarse un ratito por Munich, otro por Bilbao, buscando para ello pretextos sin sentido, especialmente para la escapada vasca y no rodar de un tirón en Zurich.
A Unax Ugalde le queda grande su papel, le faltan registros expresivos, Nora Tschiner se lo come, interpretativamente hablando, y Giulio Berruti sirve para alegrarnos la vista cada vez que aparece, inmensamente guapo, en la pantalla.

Emilio: David Pinillos es un montador reconocido, creo que también es profesor de alguna escuela de cine. Esta es su primera película. El problema está en el guión, pasan cosas muy pronto y demasiado deprisa. Carlos Boyero viéndola, tenía sensación de buen cine. Tal vez porque no hay riesgos, es correcta y está rodada con profesionalidad, pero ya el plano general de Zurich con el que comienza la película y los movimientos de la cámara, nos dan a entender un cine de a,b,c, de manual. La salida a Bilbao es un torpedo en la línea de flotación de la película, no viene a cuento y la cena en la casa de Daniel (Unax Ugalde) es una sarta de topicazos. A mi me gustan las historias románticas, pero esta no me atrapó, y me gustó más la chica Hanna (Nora Tshirner) que el chico Daniel.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Entre lobos de Gerardo Olivares.




Lo que opina Ana:
Lo más hermoso de la película es la Sierra de Cardeña. Tras un invierno de lluvias incesantes el campo aparece rabiosamente verde, el bosque mediterráneo brilla y en él se rueda un buen documental de naturaleza, pero no una buena película. Le falta garra, le falta emoción, es demasiado plano el relato. El niño protagonista está bien escogido y sus mejores momentos los compone junto a Sancho Gracia, sus escenas en común son lo mejor de la película.

Emilio: Entrelobos es una película difícil de realizar, contiene premisas arriesgadas: el protagonista es un niño, los animales son fundamentales, y, además, salvajes. Gerardo Olivares se ve que está deslumbrado por la historia y comete errores de principiante: en el comienzo la frase "Una historia verdadera"; eso tal vez se puede colocar antes de los títulos de crédito, con el texto explicativo del niño y sus circunstancias. El final también es prescindible, muy prescindible, con la vuelta de este chico ya como un hombre mayor y el grito del lobo, y el lobo aparece, sin importar el tiempo transcurrido. Esos excesos, primeros planos montados de los lobos, no impiden que la película sea emocionante y nos muestre un paisaje increible. El repertorio de animales es otro aliciente: buitre leonado, águila imperial, búho real... y lobos, pero parece que fueron las cabras las más problemáticas.

Poesía de Lee Chang-dong



Lo que opina Ana:
Una cándida abuelita que maleduca al nieto con el que convive, se encuentra de pronto en un callejón sin salida, atrapada, con nuevas certezas que no le gustan y busca en la poesía su expiación. El guión, premiado en Cannes, se enreda a veces, con lo que sales con dudas, algo confundida, pero sin que te importe demasiado pues tampoco has llegado a sentir gran emoción, ni a encariñarte con los personajes.
Emilio: la trayectoria vital de esta señora, siempre elegántemente vestida, es difícil de comprender. Se tocan varios asuntos, el incipiente Alzheimer, su trabajo como asistente de ancianos discapacitados, su entrega a la poesía y al círculo variopinto de poetas aficionados y la relación con su nieto, un autista sin diagnosticar. No sabemos qué hace allí este chico, ni por qué ella tiene que asumir el papel de culpable en la tragedia con la que se abre la película; por lo que, a pesar de premios y calificaciones aceptables, me alejé, me perdí y...me dormí.

Tamara Drewe de Stephan Frears.



Lo que opina Ana:
Comedia ligera con la que pasar un buen rato sin más. Es un canto a una campiña británica idealizada, en la que la lluvia nunca cae.
Emilio: Si la película no la firmara Stephan Frears habría pasado sin pena ni gloria. Retrato de una comunidad de escritores, egocéntrica, caprichosa y sexualmente inestable, que vive en un pueblecito idílico de la campiña inglesa, al que llega una antigua vecina, físicamente imponente ,Tamara Drewe (Gemma Arterton), y bastante liberada. A partir de aquí se sucenden distintos episodios, que van liando la trama, a veces demasiado. Al final, el director decide acabar las historias de un brochazo, haciendo los arreglos necesarios para guardar un escéptico buen sabor de boca. Poco más.

18 comidas de Jorge Coira.



Lo que opina Ana:
Una serie de personajes se van cruzando a lo largo de un día pautado por el ritmo de las tres comidas principales. El acto de comer se impone como hilo conductor, como telón de fondo. La jornada comienza con seis desayunos a través de los cuales vamos conociendo a los personajes, continúa con sus seis comidas y termina con las seis cenas. En esas microhistorias hay momentos transcendentes en los que aparece la búsqueda del amor, la llegada de la muerte, el desamor o la salida del armario de una parje de gays tratada con fantástico humor.
No todas las historias tienen la misma fuerza, no en todas te ríes con la misma intensidad, pero en general es una comedia con muchos aciertos y contada con un ritmo muy bien medido en el que el director ha jugado con la improvisación, dando rienda suelta al talento de sus actores. Se refleja muy bien la realidad lingüística en Santiago, la convivencia pacífica entre el gallego y el castellano. Muy recomendable.
Emilio: esta película puede que sea como "Opera prima" de Trueba, por la frescura y el romanticismo que tiene querer que todo acabe bien. Con tantas historias es natural que haya altos y bajos, momentos chispeantes y otros forzados, pero en conjunto se ve con agrado, con una sonrisa en la cara y con el deseo de que a estos personajes no les vaya mal del todo. Además en Santiago hace sol.

La mosquitera de Agustì Vila. Dir. Agustí Vila.


Lo que opina Ana:
Película de festival, va arrasando allá por donde pasa con su irreverente presentación de la familia. Juega con el absurdo y bajo él esconde a sus personajes que en el fondo son bastante mezquinos, salvo la asistenta, una bellísima inmigrante que acepta resignada su papel en la función pero sin disfrazarlo, siendo consciente de sus actos. La crítica habla de una evidente influencia de Buñuel que sí puede percibirse en algunos planteamientos, especialmente en la comida familiar con la que termina.
Emilio: Película de premios y salas vacías. Bien rodada, con grandes actores, y en algunas escenas bastante subida de tono (la pulsión sexual siempre es un motivo de escape y de remordimiento). No me atrevo a afirmar la totalidad de la frase de Jordi Costa: "...el resultado es tan afortunado como insólito". Lo último desde luego.

Copia certificada de Abbas Kiarostami



Lo que opina Ana:
¡Mira que había jurado no volver a ver ninguna otra película de Kiarostami después de aquella de los cerezos en la que un motociclista se pasaba todo el metraje subiendo las curvas de una colina! recuerdo haber leído por entonces un comentario de Vicente Molina sobre la pesadez del cine asiático avalado y consagrado en los festivales europeos, pensé que cuánta razón tenía y que yo no volvería a aburrirme con ninguna otra de sus películas; pero atraída esta vez por el cambio de horizonte y por una historia de pareja que anunciaban como universal, volví a picar. Lo único grande en la película es Juliette Binoche y el entorno toscano por el que se mueve, lo demás es indigerible, ni siquiera me resultó atractivo el aliciente políglota de la cinta.
Emilio: Carlos Boyero la vio en Cannes y aguantó; aquí en Madrid, ya no pudo. David Bernal en On Madrid escribe que es una bellísima película, aunque algo petulante. Hay muchos y sabios recursos cinematográficos: planos múltiples, lenguaje en diferentes tiempos verbales, que elimina los flash-back y una Juliette Binoche espléndida, pero todo eso no aguanta la pasividad de su pareja, la mezcla insustancial de idiomas, el escaso efecto dramático in crescendo y la verborrea sin fin. Todo conduce, a pesar de la bella Italia, a una digestión pesada.

Carancho de Pablo Trapero



Lo que opina Ana:
Dura, violenta, triste, el director presenta a unos personajes cansados de sus vidas, pero dispuestos a un cambio cuando el amor les brinda una oportunidad inesperada. Es una crónica negra en la que el espectador se sube a esa ambulancia que en el servicio de noche recorre las calles de la ciudad y en la que la doctora de guardia asiste a los atropellados con una rutinaria profesionalidad. El ritmo es lento, cansino, como lo son sus personajes hasta que comienzan a adquirir más matices, a sentir con más fuerza y a tener esperanzas a pesar de saberse condenados.
Emilio: Es una película intensa, con pocos respiros, es un ir y venir, un estar de un lado a otro, del accidente al hospital, del hospital al tanatorio. La realidad que refleja es tremenda. Pero hay demasiadas situaciones extremas, quedas saturado (el final, todo el desenlace, es un un ejemplo del deseo del director de golpear nuestra atención. Escribe Javier Ocaña "...los últimos dos minutos de la película te dejan literalmente seco"). Los dos actores están magníficos, a mi incluso me gustó mas Martina Gusman en su papel de Luján, que Ricardo Darín en el de Sosa.

The town,ciudad de ladrones de Ben Affeck



Lo que opina Ana:
Charlestown es un barrio de Boston madriguera de peligrosas bandas de delincuentes. De ahí arrancará esta historia que mezcla cine de polis y cacos con una original historia de amor. Hay grandes dosis de acción exagerada, persecuciones imposibles y tiroteos desmedidos, pero el espectador sabe que está en el cine, donde todo es posible y además desea que triunfe la parte épica que acompaña al protagonista, que consiga su objetivo porque se lo merece y que logre impartir su propia justicia.
Emilio: te parece extraño que una ciudad de nombre tan respetable tenga estos barrios, con estas bandas de ladrones tan instaladas y persistentes.
Dicen de Ben Affleck que es mejor director que actor. A mi me recuerda a Clint Eastwood, pero sin ese toque elegante y sobrio del maestro, ni con el trasfondo que hace que sus películas sirvan para algo más que para pasar un rato de entretenimiento. Las escenas de acción están bien rodadas, el guión es equilibrado y verosímil. En definitiva, una película interesante, con buenos actores, especialmente el malo Jem (Jeremy Renner, aquel artificiero loco de "En tierra hostil").