sábado, 18 de enero de 2020

La verdad de Kore-Eda Hirokazu

Lo que opina Ana: 
Iba con un poco de recelo a ver cómo Kore-Eda se desenvolvía en una película de encargo francesa, temiéndome un pastiche al estilo de lo que hizo en la Mancha Asghar Farhadi en “Todos los saben”, recreando cuanto tópico pueda uno imaginar del paisanaje español.
Afortunadamente no fue así, el director vuelve a mostrar su talento para hablar de sentimientos y para dirigir niños, la pequeña Clémentine Grenier en el papel de Charlotte está adorable.El inexorable y decadente paso del tiempo para la actriz en declive,que interpreta Caterine Deneuve está tratado con un refinado paisaje otoñal que enmarca el mundo de los protagonistas. Catherine Deneuve y Juliette Binoche se encuentran por primera vez en la pantalla y da gusto verlas, a pesar de los retoques que la Deneuve ha debido hacerse en la cara que le han restado expresividad y abultado los labios como si se los hubiera picado un tábano.
Emilio: película que transcurre a ratos en el alambre, a punto de caer en el cliclé, o en el melodrama fácil, o en lo artificioso, y, sin embargo, Kore-Eda lo evita. Crees que se le va a ir de las manos, pero no. Controla el tono, y controlar el tono es improtantísimo en esta historia, que, además, no es una, hay varias dentro del mismo envoltorio. Eso lo hace un buen director,y más si rueda fuera de su país, con actores que no son de tu país, haciéndolo como si dominara el ambiente, las luces, el paisaje, los colores, los escenarios y las costumbres al que te has ido a rodar.
CALIFICACIÓN: cuatro estrellas (en Metrópolli, también)