lunes, 27 de enero de 2020

El faro. Dir. Robert Eggers

Una narración onírica y tenebrosa, fatídica y enloquecida, en un espacio geográfico reducido, aislado e inhóspito, una isla rocosa en donde se yergue un faro, auténtico protagonista real y metafórico del relato. De hecho,los dos hombres, de una manera o de otra, son sus esclavos.
El lenguaje tiene que ser el apropiado, y el director lo consigue con un blanco y negro casi siempre negruzco, con muchas escenas expresionistas en interiores, y reduciendo la pantalla, como si les robara el futuro, a un formato cuadrado.
CALIFICACIÓN: cuatro estrellas (en Metrópoli, también)
Lo que opina Ana: 
Salí angustiada del cine, pensando que no tenía ganas de tanta negrura, pero la película seguía presente, no se difuminaba e iba ganando peso con la distancia. Es un duelo interpretativo, un duelo a muerte con la naturaleza, un canto épico de raíces mitológicas, el destino, la fuerza del mar, los dioses implacables que juegan con sus criaturas. Edgar Alan Poe también silbaba en las imágenes y en las noches de borrachera. Estupendas interpretaciones, magnífica fotografía en blanco y negro y formato cuadrado, asfixiantes planos que traducían la lucha por el poder.