Me resultó muy difícil de ver, puro
sadismo que no me interesaba. Reconozco que la realización y el recurso a un
blanco y negro que nos aleja de la visión directa de la sangre son un acierto y
que el director compone planos llenos de fuerza, así como que es capaz de
perfilar la psicología de un grupo de psicópatas. Preferiría no haberla visto.