jueves, 15 de febrero de 2018

Ganar al viento. Dirª Anne-Dauphine Julliand

No me puedo creer que esta película sólo vaya a durar una semana, no da tiempo a que funcione el boca oído.
Es muy difícil lograr el tono para que estas vidas tan difíciles de unos niños con graves enfermedades no sea un relato lacrimógeno y melodramático (que tendría toda la lógica). No, la directora consigue otra cosa. Te encuentras una realidad dura. Ves cómo los niños la afrontan, sin ocultarla, con todas las fuerzas, la alegría y las ganas de vivir. Yo sé que no llegamos a conocer más que algo superficial, no estamos allí, en los hospitales, en sus casas. Esa interiorización total, de todos los sentidos, no la hacemos porque tendríamos que vivirla; pero esta película nos permite asomarnos a un mundo y coger un gran cariño a esos niños valientes y gozosos.