miércoles, 11 de enero de 2017

Hasta el último hombre. Dir. Mel Gibson

Mel Gibson querría ser un Clint Eastwood de la dirección (busca héroes de los que normalmente se sabe muy poco y cuenta su historia). Su forma de narrar es potente, sin escatimar, sino al contrario, escenas duras y sangrientas. Trabaja como un pintor de brocha gorda. Se le escapan las sutilezas. Esta historia está ambientada en la II Guerra Mundial. Nada sabíamos del soldado Doss. Está bien haberlo conocido, aunque la película sea contradictoria, simple y a ratos un poco bestia.