miércoles, 21 de diciembre de 2016

El editor de libros. Dir. Michael Grandage

Es una película fría, académica en el sentido restrictivo. La historia, real según nos dicen al comienzo, es interesante. Un editor que lucha por sus escritores, y unos escritores enfermos de literatura y llenos de problemas económicos y psicológicos. Ya desde los primeros sonidos de acompañamiento de las imágenes sientes que el director se va a limitar a narrar lo recogido en un libro, no va a ir más allá. Está bien ambientada, es lenta, se remansa en muchas fases y es un poco repetitiva, pero a mi me entretuvo. Otro problema que hay es la actuación de los dos actores protagonistas, que exageran sus perfiles, uno en su pasividad hierática (Colin Firth) y el otro en su exageración histriónica (Jude Law).