domingo, 18 de diciembre de 2016

Animales nocturnos. Dir. Tom Ford

Hay una crítica hecha en un periódico de Murcia en la que se hace una interpretación un poco especial, decía que lo principal era la venganza de un hombre sobre una mujer y que para contarla se llevaba por delante las vidas que hiciera falta. Algunos críticos han acusado al director de abusar de encuadres y tomas demasiado preciosistas. No veo ese problema. Es preciosista en la parte que lo debe ser, cuando vemos la vida en el momento de la narración de la protagonista, una galerista en la cima del posmodernismo. El resto del relato es brutal casi todo. Una típica historia de delincuentes en el vacío de las carreteras de Texas, que como hienas caen sobre una familia incauta y débil. Pero no sabemos si es un relato verdadero o no. Está en la novela y transforma toda la realidad y da pie a la venganza aludida arriba. Las dos historias, incluso otras anudadas a éstas, están bien engarzadas Y el final nos deja ante una mujer sola y un ausente.
Lo que opina Ana:
Iba preparada para no descansar un segundo y sufrir  durante todo el metraje. Afortunadamente no fue tal y cómo esperaba, tuve momentos de sosiego y me pasé la película esperando que las escenas de terror fueran in crescendo y afectando a la protagonista, que se queda sola durante un fin de semana en su gran mansión, llena de cristaleras.
La película es sorprendente desde el inicio, los títulos de crédito son impactantes, se crea una atmósfera de gélido voyeurismo, de vacío, para entrar después a jugar con  la realidad y la ficción.
Se narra la soledad de la protagonista y se  visualiza la lectura de una fascinante y terrorífica novela escrita por el que fuera su primer marido. Jugando con los tiempos, el director nos relata la posición de ella, con una vida fracasada, a pesar de su alto nivel de vida y nos habla de su pasado que le está cobrando factura. Ha llegado el momento de la revancha para el que en su día fuera un joven tímido, enamorado. Consigue al fin escribir una gran novela y restregársela a la mujer que lo ha abandonado, menospreciando su valía.
Tiene un ritmo incesante, trepidante. Los actores bordan sus papeles, y el paisaje tejano se convierte en un personaje poderoso, capaz de infundirnos tanto miedo como los malvados que viven en él.

Muy recomendable.