Película de asuntos cotidianos. Me asusté al leer la hoja informativa de los Golem porque me pareció que el director quería hace un rodaje de cartón piedra. Luego afortunadamente no es así, la película sin grandes aspavientos, y sin grandes actuaciones se deja ver. Discurre de una forma natural, planteando un situación conflictiva de tipo contractual, el alquiler de un local, de la que nada entienden los adolescentes de ambas partes. Me gusta que al final quede planteada las diferencias de clase, el blanco anglosajón propietario y la inmigrante latinoamericana, el chico que logra sus sueños y el que se queda fuera.