Esta película fue a los Oscar en representación de Colombia. Desde luego no me parece a mi que sea muy fácil de ver. En blanco y negro, con dos narraciones en momentos diferentes y un espacio común, la selva amazónica. Es una mezcla del Joseph Conrad del "Corazón de las tinieblas" y de las historias de Vargas LLosa en "La casa verde" y "La guerra del fin del mundo". Hay una denuncia clara del hombre blanco, del "cauchero" y del religioso, que oprimen, explotan y asesinan a los indígenas, pero esto está contado a través de la narración de un chamán, Karamakate, que viaja con dos exploradores, un alemán y otro norteamericano, en busca de una planta que cura y que permite soñar, la yakruna; con el primero cuando era joven, y cuarenta años después con el segundo. Me gustó más el papel del alemán, trasunto del explorador Theodor Koch-Grünberg, que el del estadounidense. Estos viajes están contados entremezclando sueños, leyendas, ritos y creencias. No es fácil seguir el hilo de la historia. Para llegar a no sabemos dónde, tal vez a la constatación del fracaso del conocimiento frente a la conquista y la destrucción. Esto concluyo yo, que puede no sea lo que quiera transmitir el director.