Es una película para pasar el rato, que podría tener otras historias, porque da igual. El hilo conductor es un pretexto para presentarnos números musicales y coreografías del cine de los años 50, salpicadas del humor de los Coen. Salir decepcionado es creerse cosas que no son ni pretenden serlo. El colmo del absurdo es ver cómo un actor consagrado que está rodando una película de romanos es secuestrado por un grupo de guionistas comunistas, espías de la URSS, que tienen un perro que se llama Engels y al que lidera un señor que se llama Marcusse. Hay que dejarse llevar y disfrutar, la película está hecha para eso.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
La crítica no la trató bien,
tildándola de obra menor de estos dos grandes hermanos del cine, un simple
divertimento. Es verdad que no es su mejor obra, le falta mucho para ser
redonda, pero uno se lo pasa bien sentado en la butaca y viendo esa recreación
de los tiempos gloriosos del cine de Hollywood. Algunas escenas son
divertidísimas, hace un repaso a toda la parafernalia de los estudios desde
dentro, al tiempo que monta escenas de cine musical, de sirenas tipo Esther
Williams, romanos, cowboys… riéndose
hasta del apuntador.
