jueves, 12 de septiembre de 2013

The Act of Killing. Dir. Joshua Oppenheimer

Fue una de las estrellas del último Documenta Madrid, y ahora ha dado el salto a las salas, pero es una película para pocos paladares, típica de festivales y de cines de versión original. No tiene nada de comercial. Yago García escribe que es una de las películas más "inquietantes y espeluznantes de la historia del cine" (al crítico de Metrópolis no le gustó, sólo le dio una estrella). No sé si llegará a tanto. Rara sí que es, porque no se sitúa en ningún género claramente y porque tampoco cumple el papel de denuncia al cien por cien. Lo más sorprendente es la tranquilidad con la que asume todo el mundo, de entonces y de ahora, las matanzas a personas denominadas comunistas que propició y amparó la Junta Militar, que se instaló en Indonesia después del golpe de estado de 1965.
Un personaje, recordando esos sucesos, le dice a otro de esos asesinos (les gusta llamarse gángster, palabra que para ellos significaba "hombres libres") que tiene una mente débil porque ahora sufre pesadillas de aquellos asesinatos
Es otro mundo. Es como si fuera una especie distinta a la raza humana, o una mutación. Y todo contado con una mezcla de surrealismo (danzas, colores chillones, naturaleza exuberante, un pez gigante de hojalata con la boca abierta...), reconstrucción figurada de los hechos de entonces, visitas a los lugares de las matanzas y testimonios, pero nunca de víctimas o allegados. Todavía hoy el gobierno respeta y teme a estos personajes y a sus sucesores. Los admira y ellos siguen extorsionando como algo natural, añorando los viejos tiempos. Sólo uno se somete a una catarsis exculpatoria, y no sabes si lo hace más como actor aficionado que como persona.
Lo que opina Ana:
Sorprendente contraste entre unos escenarios de musical kitsch, llenos de belleza almibarada, irreal, subrayada por la intensificación del color  y la vida real, cutre, vulgar y tenebrosa.

Es un documental raro que consigue transmitir el horror del que habla sin acercarse a dar una lección de historia, no sabes cómo ocurrieron los hechos ni por qué, pero comprendes perfectamente su calado, la depravación sufrida por un país en manos de un grupo de gánsteres sin escrúpulos. Se te revuelven las tripas viendo la impunidad del terror en medio de un país de paisajes paradisiacos. La única pega que le pongo es que tiene un metraje excesivo, todo está entendido y no hace falta repetirse.