domingo, 29 de septiembre de 2013

El espíritu del 45. Dir. Ken Loach

Un documental que sirve sobre todo para alabar la valentía política de un gobierno laborista, el que tuvo Inglaterra en la posguerra, presidido por Clement Atlee. Viendo sus imágenes y sus testimonios comprendes por qué un personaje de la talla y de la fama de Churchill perdió las elecciones, tras el triunfo en la 2ª Guerra Mundial, en parte debido a él, frente a los alemanes. 
El líder laborista, un hombre tímido, que en el discurso de la victoria se repasa el botón del chaleco, como si le diera vergüenza hablar en público, asumió una tarea que ningún gobernante de ahora se atrevería a realizar, gobernante de izquierda, me refiero. Ya en la parte final del documental, vemos, frente a ese impulso por llevar la igualdad a la sociedad inglesa, la figura opuesta de Theacher, encargada de borrar lo que los ingleses habían conseguido. ¿Cómo sigue prevaleciendo esa postura hoy, que defiende desmontar el Estado y poner la riqueza en manos de unos pocos? y, ¿cómo la izquierda, el socialismo, se muestra tan pacato, tan cobarde, tan claudicador?
Escribe Jordi Costa que se deberían programar excursiones masivas a las salas de cine donde se proyecta para que aprendiéramos la lección, para que la historia sirva alguna vez para algo.
Lo que opina Ana:
Documental necesario y que debiera ser de obligatoria visión en los colegios. Elogia y da voz a una clase trabajadora inglesa modélica en la lucha por defender sus derechos, gentes con conciencia y orgullosos de sus logros y que ahora desde la vejez ven con tristeza  hacerse añicos sus sueños.  Da miedo ver el avance destructor del neoliberalismo, el ocaso de una sociedad del  bienestar que tanto esfuerzo costó levantar, estremece mirarse en su espejo y ver tu reflejo.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

El último concierto. Dir. Yaron Zilberman

En la segunda mitad de agosto, C. Boyero hacía la crítica de la película, elogiando el tono y la actuación de sus actores, especialmente la de Philip Seymour Hoffman. A mi, que he tardado bastante en verla, fuera de la música, sobre todo el Opus 31 en Do sostenido de Beethoven, lo demás me parece sobreactuación. Conflictos por todas partes y en todas direcciones. Ganas de complicar las cosas, muchas veces de forma artificial. Nos queda N. York, de la que abundan las imágenes invernales. Son un poco postalonas, pero merecen la pena.
Lo que opina Ana:
Cuenta con un gran cuarteto de intérpretes, eso y la maravillosa música  que escuchamos dan sentido a la película que, sin embargo, hace aguas en cuanto se refiere a su tensión dramática. El director se empeña en no dejar cabo suelto, en enredar a los personajes en una telaraña sin sentido, que llega a hacer grotesca la historia. Otra  cosa que me pareció penosa es que parece que para interpretar esa maravillosa música hay que estar padeciendo cada segundo, los actores tienen cara de estar estreñidos , algo que afortunadamente me desmintió el espectáculo “Pagagnini”que unos días después disfruté en el teatro, escuchando a Ara Malikian y a Illana, quienes desacralizaban la música clásica con gran virtuosismo  

El Estudiante. Dir. Santiago Mitre

El Estudiante es una película difícil para un espectador español por el desconocimiento de las organizaciones estudiantiles que se mencionan y de la situación política a la que se refieren sus personajes, y por lo sucio del sonido ambiente, mezclando conversaciones y ruidos y aveces un fondo musical, a lo que hay que añadir lo que cuesta a veces entender el español de Argentina. Pese a estas dificultades la película ha recibido buenas críticas (Javier Ocaña escribe al final de su comentario que es una película magnifica).
La sala estaba llena. Es cierto que solo se proyecta en una sola sesión diaria; lo curioso es que la mayoría (más del 90%) de los espectadores tenía más de 70 años, por eso le pregunté al chico de la ventanilla si había alguna promoción especial para mayores. Pero no la había, y todavía me pregunto qué había llevado a ver esa película a esas personas.
El ambiente universitario que vemos es tremendo. La Universidad parece un edificio en ruinas con okupas. Las clases se interrumpen y solo se habla y habla. El profesor es uno más, y a veces el menos considerado. Se ha escrito que es una metáfora de la política, que el estudiante protagonista aprende en el mundo universitario el pragmatismo de la política y el sabor amargo de la traición. El guión está bien construido (por algo el director es antes que nada guionista), pero no sé si es un ejemplo de la política canalla que tan vilipendiada está ahora o de la política de altos vuelos. Seguramente de lo primero.
Lo que opina Ana:
Llegó precedida por muy buenas críticas, a mí no me pareció que las mereciera. A la historia le falta garra, resulta confusa, lo único que sacas en claro es la suciedad que rodea a la política, desde sus más bajas instancias, desalentador.


domingo, 15 de septiembre de 2013

La piedra de la paciencia. Dir Atiq Rahimi

El bonito título responde a una leyenda de origen persa. Cuenta que una piedra mágica sirve para decirle todos los secretos y los va absorbiendo hasta que al romperse, libera al confidente.
Esta película, dura en su planteamiento: una mujer musulmana abandonada en una ciudad en guerra, con un marido vegetal (y es su piedra de la paciencia) y dos hijas pequeñas; se va transformando de una denuncia del aislamiento y el sometimiento que sufren las mujeres por culpa de la religión y las costumbres, a una película sensual al conocerse los secretos que guarda la esposa y la manera de contarlos, y descubrir a su única aliada, su tía, que ha escapado al sometimiento por la discutible vía de la prostitución.
La actriz Golshifteh Farahami lleva todo el peso de la narración, y en algunas tomas, en algunos planos, en muchos, está bellísima.
La forma de hacer la película, con encuadres preciosistas, composiciones casi pictóricas, encadenamientos de secuencias a través de lo que se dice, pero con planos diferentes, te podría hacer pensar que el director, que también es el autor de la novela del mismo título, con la que ganó el Goncourt en el año 2008, es un principiante en lo cinematográfico, pero no es así. Será un estilo marca de la casa, que a mi me parece que a veces no le va bien a lo que se cuenta.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Mud. Dir. Jeff Nichols

Ha tenido buenas críticas este director. Ya pasó con "Take Shelter" y ahora también. A mi no me termina de gustar, tal vez porque no llegue a entender del todo sus propuestas.
Esta película, ambientada en la geografía única del Mississippi, con las casas de madera sobre el agua y la vida particular de sus pobladores, gozando de la libertad que proporciona una naturaleza tan apabullante, no es tan extrema en su presentación de la vegetación y de la gente como "Bestias del sur salvaje", pero está bien reflejada. En este universo se presenta una historia muy bien narrada de un huido y dos chicos, que saltándose sus miedos y en secreto ayudan, por diferentes motivos, a este personaje. Es lo que tiene de eco de Mark Twain.
El género femenino está fuera de este código de vida. Los hombres y los chicos no las entienden, las temen. Las tres mujeres que aparecen, una madre y dos novias, van a dejar a sus parejas. Son poco fiables en un mundo de lealtades.
Es una película entretenida, de aventuras. Hay dos "cosillas": el papel de Reese Witherspoon como novia de Mud, el protagonista, es un poco simplón. Desencadena todo, sin que el personaje tenga la entidad ni le den el papel suficiente. Y el final, con dos corte de metraje más lo habría dejado abierto, como convenía a la historia.
La actuación de los dos chicos, imprescindible para mantener en pie todo el relato.
Lo que opina Ana:
Un cuento  que habla de la iniciación a la vida adulta, una película de aventuras en la que el paisaje del río Mississippi se convierte en un protagonista más. Es una pena que se le escapen algunos cabos en un relato que de no haber sido así, sería perfecto.
Los dos chicos protagonistas te cautivan desde su primer plano en la pantalla, los personajes que representan crecen y ellos les dan alas. El personaje de Mud, interpretado por Matthew MCConaughey es el imán de la historia, se deja ver a ráfagas, siempre ocultando cosas, amparándose en falsas verdades, aunque actuando como un héroe cuando le corresponde hacerlo. Su final y el del film deberían haberse quedado refugiados en esas sombras que le perseguían, no me gusta que se vuelva tan explícito, ni que una música festiva remarque el happy end.

Sam Shepard protagoniza a un secundario muy bien construido, su personaje es otro de los aciertos de la película.

The Act of Killing. Dir. Joshua Oppenheimer

Fue una de las estrellas del último Documenta Madrid, y ahora ha dado el salto a las salas, pero es una película para pocos paladares, típica de festivales y de cines de versión original. No tiene nada de comercial. Yago García escribe que es una de las películas más "inquietantes y espeluznantes de la historia del cine" (al crítico de Metrópolis no le gustó, sólo le dio una estrella). No sé si llegará a tanto. Rara sí que es, porque no se sitúa en ningún género claramente y porque tampoco cumple el papel de denuncia al cien por cien. Lo más sorprendente es la tranquilidad con la que asume todo el mundo, de entonces y de ahora, las matanzas a personas denominadas comunistas que propició y amparó la Junta Militar, que se instaló en Indonesia después del golpe de estado de 1965.
Un personaje, recordando esos sucesos, le dice a otro de esos asesinos (les gusta llamarse gángster, palabra que para ellos significaba "hombres libres") que tiene una mente débil porque ahora sufre pesadillas de aquellos asesinatos
Es otro mundo. Es como si fuera una especie distinta a la raza humana, o una mutación. Y todo contado con una mezcla de surrealismo (danzas, colores chillones, naturaleza exuberante, un pez gigante de hojalata con la boca abierta...), reconstrucción figurada de los hechos de entonces, visitas a los lugares de las matanzas y testimonios, pero nunca de víctimas o allegados. Todavía hoy el gobierno respeta y teme a estos personajes y a sus sucesores. Los admira y ellos siguen extorsionando como algo natural, añorando los viejos tiempos. Sólo uno se somete a una catarsis exculpatoria, y no sabes si lo hace más como actor aficionado que como persona.
Lo que opina Ana:
Sorprendente contraste entre unos escenarios de musical kitsch, llenos de belleza almibarada, irreal, subrayada por la intensificación del color  y la vida real, cutre, vulgar y tenebrosa.

Es un documental raro que consigue transmitir el horror del que habla sin acercarse a dar una lección de historia, no sabes cómo ocurrieron los hechos ni por qué, pero comprendes perfectamente su calado, la depravación sufrida por un país en manos de un grupo de gánsteres sin escrúpulos. Se te revuelven las tripas viendo la impunidad del terror en medio de un país de paisajes paradisiacos. La única pega que le pongo es que tiene un metraje excesivo, todo está entendido y no hace falta repetirse.