domingo, 18 de diciembre de 2011

Azaña. Dir. Santiago SanMiguel




Volví al inefable cine Luchana (tiene una cartelera increible, lo mismo que sus instalaciones y su personal) a ver Azaña, una película que ha tardado cuatro años en ser estrenada, y en Madrid sólo la proyectan en este cine y en un solo pase diario, ¿cuánto durará? La figura de Azaña la encarna con acierto Jordi Dauder (las escenas representando a Azaña yacente son como una premonición de su propia muerte). Es una mezca de documental, pero hay más de ficción y una voluntad clara de rescatar y realzar la figura de este personaje, sin tapar responsabilidades y críticas. La narración de los hechos se ve entorpecida por los saltos lineales y la división en capítulos o escenas, pero sobre todo, el dar voz a los actores como personas fuera de su guión, que opinan sobre esto y lo otro, sobre la historia que interpretan me parece una bomba dentro de la película, la diluye, la rompe, le quita contenido y coherencia. En fin, cosas inexplicables. Espero que no sea lo último que se haga sobre Azaña y que lo que venga mejore este honesto y apasionado trabajo. Para alumnos de Bachillerato, como mucho fragmentos.