
Podríamos titular esta crónica "los ricos también lloran". El hecho de ver a ejecutivos echados de sus trabajos y pasar de un nivel de vida a todo trapo a mirar el gasto del día a día, sirve para verificar la extensión de la crisis, y desde ese punto de vista tiene una vertiente didáctica interesante. El otro aspecto a destacar es la incomprensión por parte de los protagonistas de los motivos de las quiebras empresariales, englobadas en las fusiones, las finanzas y las opas. Es el nuevo capitalismo, que el viejo empresario hecho a si mismo no entiende. Mientras, los nuevos tiburones siguen manteniendo su nivel de vida, mirando como media plantilla se va al paro. En estos dos aspectos, el capitalismo financiero y su práctica salvaje, es donde se queda corto el mensaje, que debería haber aprovechado el tremendo plantel de actores para alzar bien alta la voz contra este sistema.
Lo que opina Ana:
Una visión de la crisis vista desde arriba, azotando a los altos ejecutivos en una sociedad despiadada. Los ricos también lloran, sobre todo cuando dejan de serlo, o cuando comprenden que estaban viviendo en el interior de una burbuja poco blindada, indefensa, peligrosamente hinchada, sólo aquellos que cuenten con un buen colchón familiar van a ser capaces de rehacerse. Hay así un canto a la familia, a la amistad, a los valores esencialmente humanos y se echa en falta una crítica más ácida al sistema. Buenas interpretaciones, correctamente contada, pero sin transcendencia.
Lo que opina Ana:
Una visión de la crisis vista desde arriba, azotando a los altos ejecutivos en una sociedad despiadada. Los ricos también lloran, sobre todo cuando dejan de serlo, o cuando comprenden que estaban viviendo en el interior de una burbuja poco blindada, indefensa, peligrosamente hinchada, sólo aquellos que cuenten con un buen colchón familiar van a ser capaces de rehacerse. Hay así un canto a la familia, a la amistad, a los valores esencialmente humanos y se echa en falta una crítica más ácida al sistema. Buenas interpretaciones, correctamente contada, pero sin transcendencia.