viernes, 11 de febrero de 2011

Primos. Dir. Daniel Sánchez Arévalo


Esta película sirve para darte cuenta de varias cosas, de la diferente percepción del humor, tres chicas próximas no pararon de reirse; de que la comedia actual se basa en lo más rancio de las películas de los años ochenta, cuando el llamado "destape"; de que Clara Lago lo hace bien, a pesar del papel imposible que tiene; y de que el capricho tiene a veces alturas mayúsculas, como es la crítica de Carlos Boyero, que le gustó "todo" de esta "comedia osada, extraña, eficaz y conmovedora". Recordar la crítica que hizo de "Los abrazos rotos" de Almodóvar y leer la de Sánchez Arévalo me produce la sensación de venganza, de puñalada trapera, de capricho mayúsculo.

A mi solo me parecieron dignas de mención dos secuencias, la del comienzo de la película, hasta que los tres primos se quedan solos en la iglesia, y aquí comienza el desatino, la vulgaridad, lo rijoso, lo antiguo, lo manido, lo machista, el recurso desmedido a lo sexual. Y la segunda es el baile de los primos en el tablao de la plaza del pueblo, es una coreografía graciosa y bien hecha. Lo demás, apaga y vámonos.
Lo que opina Ana:
Fiándome de la excelente crítica que había leído de Carlos Boyero fui confiada, esperando encontrarme con una gran comedia. La decepción fue inmediata. Demasiada sal gorda, los diálogos me resultaron soeces o altisonantes y lo mismo me ocurrió con toda la tramoya. Se ve que en esto del humor mis exigencias son mucho más elevadas.
Está bien interpretada, pero poco más puedo añadir a sus bondades. Tendría que haberme fiado más del buen juicio de mi hija Lía advirtiéndome que, sin haberla visto, creía que iba a tratarse de una chorrada de película para jóvenes, en una onda muy diferente a la de mis gustos.