
En un momento creí que tendríamos el cine para nosotros solos, luego llegamos a la media docena, más o menos.
Me gusta más este título que el del cuento de Onetti "Jacob y el otro", pero no sé si hubiera sido capaz el directo de hacer una película como esta sin la ayuda inestimable del universo de Onetti.
La narración fílmica es valiente y decidida, y como dice Javier Ocaña (El País, 11, dic., 2009) con "una puesta en escena elegantísima". Y unos personajes que no son unos monigotes, arquetipos, sino que respiran y responden a los estímulos. Dicen que es un western sin pistolas, a veces tiene algo de cine negro en esas figuras de dos perdedores que buscan el último aliento que les rescate del olvido y les anime la vida. Buena película.
Lo que opina Ana:
Un cuento hecho película de la mano de Álvaro Brechner. Consigue el director recrear con acierto el espíritu de estos perdedores, desarrollando el guión con un tono melancólico y guardándose siempre un as en la manga para no perder nunca la capacidad de sorprender al espectador. Está muy bien contada y recreada y permanece con su toque especial acabado el metraje, creciendo incluso ya fuera de la sala de cine.