
Había mucha gente joven y eso que era miércoles de fútbol y la última sesión. Los espectadores salían tatareando la canción, con cara satisfecha. Como Carlos Boyero cuando la vio en Cannes.
Yo creo que a Woody Allen se le permiten estas cosas y a nadie más. La película es un topicazo. Volviendo a Boyero, que sin embargo le gustó, sólo hace falte que Bardem lleve a la Johansson y a Rebeca Hall a los toros. El padre de Bardem es de antología; el concierto de guitarra en "petit comité" en Oviedo puro artificio, las pinturas de Bardem y Penélope dice Elvira Lindo que son como las que salían en Mortaledo y Filemón.
En fin, un misterio doble, que haya tenido buenas críticas, relativamente, y buena respuesta del público. ¿Será porque reconocemos unos tópicos y extravagancias de lo genuino español que sólo un extranjero se podía permitir enseñar?
Lo que opina Ana:
En esta ocasión Woody Allen sí me ha defraudado. Ha hecho una comedia que parece haber escrito a toda prisa, llena de topicazos sobre España. Por no pensar, no pensó ni el título.
Al comienzo no salía de mi asombro, todo sonaba mal. No será hasta que entre en acción Penélope, con su disparatado personaje, cuando pueda empezar a reírme y a disfrutar un poco de la película. Sin duda son los delirantes diálogos, pura improvisación hispana, entre Javier Bardem y Penélope Cruz lo que da salero a un film muy menor.