Este director coreano es bastante prolífico, al menos últimamente. El tema que aborda en sus películas recientes está relacionado con su propia vida personal, las rupturas y encuentros sentimentales. La actriz que suele participar en estos conflictos es Kim Min-hee, que también está implicada en su vida privada. Un ejercicio, dicen algunos críticos, de exorcismo. Puede que también de exhibicionismo. En cualquier caso, La cámara de Claire es más ligera que En la playa sola de noche. Aquí más bien parece un juego de relaciones ocasionales, aparentemente intrascendentes, con el asunto de fondo de la fidelidad/infidelidad. El personaje de Isabelle Huppert se encarga de actuar como una maga, hace fotos con una polaroid, se las regala a las personas que fotografía y les dice que su vida a partir de entonces ha cambiado, así de fácil. El personaje del director de cine es el más dañado, el más frágil. De él dice Claire (Huppert) que está buscando la muerte antes de que la muerte lo busque a él. Se ve.(vista el 26 de julio)
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Historia muy medida en tiempo y forma,
lo justo para contarla sin divagar. Encuentros y desencuentros fortuitos que
recuerdan a un tipo de cine francés en el que nada pasa y todo pasa, con el
recurso a un lenguaje cinematográfico que
hermana esta coproducción franco coreana.