domingo, 25 de septiembre de 2016

El hombre de las mil caras. Dir. Alberto Rodríguez

Alberto Rodríguez es un director con unas dotes impresionantes. Sabe construir historias poderosas, manejar grandes equipos, ambientar en exteriores en localizaciones dispares, componer personajes complejos. En esta película hay dos asuntos a considerar, uno en cuanto al modelo narrativo y el otro en cuanto al personaje principal. Alberto Rodríguez elige que uno de los actores sea el narrador, el que cuenta la historia, el testigo ("el piloto", José Coronado). Con esta decisión la película tiene una estructura doble, como si fuera un documental, un reportaje y dramatizando otra parte. Hay que decir que el engranaje está bien hecho, muestra de ello es que las dos horas que dura se pasan rápido.
Eduard Fernández hace un Paesa memorable. Ahora bien, ¿qué imagen queda al final? Pues casi como el de una víctima que en las cloacas del Estado, esta vez le toca ganar. Peor, por patético, queda Roldán, igual que por soberbio, Belloch. ¿Eso está bien? ¿Debemos convertir ahora a Paesa en un personaje a reivindicar? Éste es el otro asunto al que me refería al principio.
Película recomendable, desde luego.
Lo que opina Ana:
Una impresionantte actuación de Eduard Fernández, sólo por verlo vale la pena haber filmado esta gran película.
Se trata de un film con presupuesto, hay muchas y caras tomas de exteriores que dan veracidad a una historia que quizás para alguien que desconozca el caso y la figura de Paesa, pueda resultar un tanto confusa. Los que sí sabemos de qué se nos está hablando, podemos reconocer la dimensión de los entresijos de la política escondida, la que recurre a figuras pardas para que hagan los trabajos sucios. Para aquellos que desconozcan a los personajes, Alberto Rodríguez consigue contarles una historia de espías y corruptos con gran elegancia y un ritmo que no decae en ningún momento.


viernes, 23 de septiembre de 2016

Los hombres libres de Jones. Dir. Gary Ross

El personaje, New Knight, y la rebelión que encabezó en el condado de Jones, en Misisipi, durante la guerra de Secesión Americana, merecían una película mejor. No le puedes dar la sola estrella que le da Metrópolis porque el hecho de abordar este asunto y a su protagonista ya merecen tres (la Guía del Ocio). Le falta ritmo, es lenta, le sobra metraje, hay episodios perfectamente resumibles (muchos del pantano) y para mi sobreactúa Matthew McConaughey.
Han criticado algunos el salto temporal que se produce en algunos momentos, llevándonos a un juzgado en los años sesenta del pasado siglo, donde se juzga la nulidad de un matrimonio mixto entre un hombre de un remoto parentesco negro y una mujer blanca. Aunque el relato épico de la Guerra de Secesión encaja mal con el cine de juicios, tiene un sentido narrativo, porque el hombre que se quiere casar es familiar lejano de New Knight y porque muestra cómo la discriminación social un siglo después de acabar la Guerra que abolía la esclavitud seguía en vigor. No es una gran película. Es una película valiosa.
Lo que opina Ana:
Interesante personaje histórico que se desaprovecha en esta película, lo que podría haber sido un gran film épico, se queda en un esbozo de testimonio. Aún así, me alegro de que el director se haya atrevido a enfrentar este tema y haya querido ir más allá del momento histórico, en plena guerra de Secesión Americana, para llegar a plantear las urdidas telarañas del racismo en la sociedad americana, imposibles de erradicar, cuando parece haberse hecho una limpieza, los hilos vuelven a aparecer al menor descuido.
Matthew McConaughey da la talla y carga sobre sus espaldas la fuerza de la película, es convincente, a pesar de que el guión es, a veces, errático, el mensaje llega. Como película para ver en clase con los alumnos, es válida.




Tarde para la ira. Dir. Raúl Arévalo

Es una buena noticia que se haya colocado enseguida en el primer lugar de las valoraciones de los críticos. Esperemos que funcione el boca oído y que vaya a verla mucha gente. El día en que fui la sala estaba llena.
Cabe preguntarse por qué ha situado la estética y el ambiente entre los años setenta y ochenta (el grano y la demencia de los años setenta y el cine quinqui de los ochenta, escribe Carlos Reviriego en El Cultural), cuando lo que narra, un atraco y las consecuencias posteriores, podría haberlo situado ahora mismo. Tal vez se sienta Arévalo más a gusto en esos años del siglo XX por cuestión generacional.
Es raro que un actor haga algo contundente y sólido como director; en este caso el Raúl Arévalo  ha cuidado con mimo la ambientación, la caracterización de los personajes y el guión y le ha salido una obra primera encomiable. Dura, descreída y sin lugar para la paz de espíritu. Todos han destacado la escena del gimnasio, con un Manolo Solo magnífico. Ruth Díaz, como en general todos los actores, también brilla especialmente.
Lo que opina Ana:
Sorprendente entrada de Raúl Arévalo en el mundo de la dirección. Se ha atrevido con una película de suspense muy bien medida. Sus actores, compañeros y, seguro, amigos, responden a este reto de debutante regalándonos grandes interpretaciones. Emilio comentaba que es una pena que el gran Antonio de la Torre esté encasillado en un tipo de papel que aquí repite, sin embargo, es el que le toca y ¿a quién mejor que a él podría haber recurrido para interpretarlo?
El ritmo se acelera, te mantiene en tensión creciente hasta el último momento. Consigue retratar la profunda fractura social que existe entre los barrios de arrabal, donde se desarrolla la mayor parte de la película, y lo que podría ser la vida acomodad de las áreas urbanas más cuidadas y atractivas.



viernes, 16 de septiembre de 2016

La espera. Dir. Piero Messina

Ana, Lía y Carmen la vieron cuando el festival de cine italiano y les gustó mucho. Ahora, varios meses después, se estrena comercialmente.
No es una película para cualquiera por su lentitud, por las elipsis, por los sobreentendidos. A mi eso no me importa, al contrario, es cine. Sí me molestan escenas innecesarias y contraproducentes (la colchoneta rosa revoloteando en el patio de la villa), apariciones demasiado casuales (la de los dos jóvenes viajeros en el lago) y significados forzados (el hijo en la bañera). En fin, que yo no salí tan arrebatadora conmovido. Me gustan las dos actrices (Juliette Binoche y Lou de Laâge) y el profundo dolor que refleja la madre, que al retener a la novia mantiene con vida al hijo. Las paisajes de Sicilia son duros como la historia y lástima que las imágenes de la Semana Santa con sus procesiones no estén más desarrolladas, son potentes y llenas de sentido.
Lo que opina Ana:
En contraposición a lo que opina Emilio, aquí dejo mis reflexiones de cuando la vi en el festival de cine italiano de Madrid del 2015.
Magnífica película que consigue enganchar al público sin ningún recurso efectista, enseñando el juego desde el comienzo, las cartas están siempre boca arriba, no hay trampa ni cartón. Con una historia que comienza acabada, parece imposible que se pueda ir creando expectativas, desvelando realidades de las que el público es cómplice y que sólo están veladas para la joven protagonista. El director  nos hace ver más que a ella, nos lleva por delante, nos convierte en cómplices de su relato y nos muestra cómo plantearle la verdad a la única que la desconoce. Lo hace con un ritmo muy medido, utilizando la luz con maestría, creando claroscuros cambiantes, como los sentimientos, y acompañando su relato con  momentos musicales imborrables, como  cuando suena  “Waiting for the miracle” de Leonard Cohen  durante la escena del baile. Una joya.

jueves, 8 de septiembre de 2016

Kubo y las dos cuerdas mágicas. Dir. Travis Knight

La vimos en los cines Conde Duque de Alberto Aguilera, que se han asociado a los Verdi para proyectar películas en VOSE. La sala 1 tiene dos defectos, que las filas están muy juntas y que las butacas no son muy cómodas, algunas crujen un poco.
Tuvimos mala suerte con los espectadores, muchos llegaron tarde, un grupo de dos mujeres con niños dieron la nota, llegaron tarde, haciendo ruido, se les cayeron las palomitas y se cambiaron de sitio. De premio.
La película. A ratos es brillantísima. No tiene el aspecto siniestro de los "Mundos de Coraline", aunque el hecho de que la historia sea una venganza familiar y que el protagonista sea tuerto y tenga que defender el ojo que le queda, le da un toque diferente. El papel que juega el origami en la histoira es de lo más original y sorprendente. Sueño, magia y realidad se confunden enlazándose y configurando la historia. Y el plantel que da voz a los protagonistas es de primera. Sin dudarlo, versión original subtitulada.
Lo que opina Ana:
Estupendo cuento ambientado en un legendario Japón en el que conviven las fuerzas del bien y las del mal. Un niño es salvado por su madre de las fuerzas del mal, lo que les lleva a vivir aislados y a que ésta le transmita sus recuerdos a través de historias legendarias que hablan de su padre, un valiente samurái, de su familia materna, su cruel abuelo que le arrancó un ojo cuando era un recién nacido y  sus malvadas tías que siguen al acecho y de las que hay que ocultarse, pues buscan dejar al niño ciego. Todas estas historias no tienen final, su madre las suspende porque la memoria se le desvanece. El niño se convertirá en un atractivo cuentacuentos que deja con la boca abierta a todos los que lo escuchan. Hasta que un día se convierta en el protagonista de todos sus cuentos, viviendo aventuras sorprendentes que le llevarán a buscar un final en el que siempre impere el bien sobre las fuerzas del mal.

Pura fábula contada con un despliegue de medios técnicos que consiguen crear una atmósfera onírica que hay que ver en versión original para poder disfrutar de las voces de sus actores, especialmente la de Charlize Theron como Mona y Matthew McConaughey como escarabajo.

Diez años y divorciada. Dirª Khadija Al-Salami

La directora vivió esta experiencia dramática, de alguna manera la película es autobiográfica. Como testimonio es muy recomendable (y mucho más para chicos y chicas de la ESO). Al principio te parece folclórica y costumbrista, con paisajes un poco acartonados de rebuscados. Además la directora te va ocultando información que irá apareciendo más adelante. La película coge vuelo cuando se presenta crudamente el drama: una niña casada a los diez años, obligada por su padre.
Hay cosas que chocan un poco, por ejemplo el papel del juez. No debe haber muchos como él en el mundo islámico, y menos en un país que te imaginas tan cerrado como Yemen.
Lo que opina Ana:
Una película que habría que ver obligatoriamente en todas las escuelas del mundo.  Comienza un poco errática, pero la directora sabe reconducirla, apuntalando todas las visiones fragmentadas de la narración  para acabar ensamblándolas en un relato claro y nunca maniqueo. Lo que en un principio podría parecer un pseudo documental sobre las montañas del Yemen y sus ritos ancestrales, acaba siendo una desgarradora historia de una realidad anclada en la Edad Media aunque completamente viva a comienzos del siglo XXI. Tiene un tinte autobiográfico, la narradora sabe lo que cuenta y eso se percibe y se transmite con una gran fuerza.

Café Society. Dir. Woody Allen

No será un hito en su larga filmografía, pero tampoco formará parte de las peores. Vuelve a su mundo, el jazz, los judíos, el amor frustrado, las mentiras sentimentales, Nueva York, los años treinta del siglo XX, el cine y su mundo. Escribe Diego Salgado en la Guía del Ocio (tres estrellas; en Metrópolis, cuatro) que abusa de la voz en off, entre otras quejas. Tiene razón, pero al menos el guión tiene sentido y hay algunos momentos de humor conseguidos. No obliga a los personajes a hacer y decir cosas estrafalarias. La máquina de hacer cine funciona, aunque al ralentí. Los protagonistas tampoco dan el tono de película grande. Cine lleno.
Lo que opina Ana:
Llega la entrega anual de Woody Allen, con estreno en muchas salas y aforos completos. Esta vez es un regreso a los orígenes, busca Woody su alter ego en Jessy Eisenberg que caracteriza a Bobby , el joven judío protagonista de la historia ambientada en todo el glamour de los años 30. Es un regreso al Nueva York  adorado de sus películas y a su universo judío, contrapuesto al soleado y más extraño mundo de Hollywwod.

Consigue  una comedia romántica con momentos graciosos, en su estilo, una más pero no de las peores. Lo mejor ,la familia judía del  protagonista, especialmente su madre, su cuñado y su hermano el gánster.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Los caballeros blancos. Dir. Joachin Lafosse

Al principio te dicen que está basada en hechos reales y al final que es una adaptación libre de un libro que relata el caso de la ONG llamada "El Arca de Zoé", que terminó en un escándalo en 2007. No es lo mismo. En lo principal si se atiene a los hechos no puede ser libremente, debe ser rigurosamente y eso es importante para dar credibilidad a lo que ves. Por ejemplo, yo del final dudo si es inventado o no, y me incomoda.
Tardas en entrar porque te parece un poco artificial todo, las discusiones entre ellos, la relación con los intermediarios, la misma situación allí (Chad) y su cometido. Luego vas entrando. El director quiere darle un ritmo de thriller y no siempre lo consigue.
Aparte de los fundamentos morales de los creadores de estas ONGs (el director no plantea el dilema en términos buenos-malos, deja que tú decidas), el asunto de fondo es la permisividad del Estado en su control. Podríamos decir, la dejación en organismos privados, aunque sea ONG, de un asunto como la adopción. En Metrópoli le daban cuatro estrellas. Yo creo que tres está bien.
Lo que opina Ana:
La película está inspirada en la ONG francesa El arca de Zoé , cuyas acciones destaparon hace unos años un negocio lucrativo oculto por una máscara de acción humanitaria. Así, con la apariencia de un documental, la historia se va hilvanando sin hacer juicios de valor, dejándonos el papel de jueces a los espectadores. Se narra con lejanía, observando, sin prejuzgar, sin buscar las simpatías o los afectos hacia los protagonistas, busca la reflexión individual sin marcar ningún camino.