Película con múltiples premios, al comienzo se pasa dos minutos enseñándonos sus galardones. Sabía de qué iba y no me apetecía en ese momento tragarme un dramón, pero no ocurre la tragedia, y esa es su principal virtud. La noticia de la verdadera identidad de la chica, cuando se conoce y se hace pública es cierto que causa una conmoción en la familia y entre sus amigos, pero se relata sin picos de dramatismo; después la vida sigue, ella sigue vistiendo como un chico y su amiga vuelve a acercarse a ella, aunque antes creía que era un chico. El trabajo de los niños está estupendo, no solo la protagonista Laurie (Zoe Herán), también su hermana, una niña graciosa que enseguida entiende lo que pasa y se lo toma como un juego, incluso se siente orgullosa de esta hermana tan valiente y decidida como un chico. No sé si sera un poco fuerte pasarla por las escuelas e institutos como van a hacer en Francia, aunque sería interesante comprobar aquí la reacción de chicos y padres.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Pone la mano en la llaga esta película que se
atreve a tocar el tema de la ambigüedad sexual en el despertar de una niña que
querría ser niño. Juega con nosotros desde un principio haciéndonos creer que
ese niño angelical que estamos viendo es realmente un niño, y no será hasta
avanzada la película cuando se nos desvele el
verdadero drama derivado de que
es en realidad una niña que se niega a aceptarse como tal. Está bien contada,
se siente desde el principio un peso, un vacío, una soledad , sensaciones que
se irán cargando de contenido a medida que avance la historia. No se tomará
nunca partido, no se harán juicios de valor, sólo se exponen unos hechos que
hablan de una realidad oculta, pero que convive entre nosotros. Muy
recomendable.
