Comedia donde el pretexto es el proyecto que quiere llevar adelante un director novel, un musical sobre los Pactos de la Moncloa. Lo que se cuenta son los fracasos que conlleva poner en práctica ese proyecto. El director y actor Daniel Castro tiene un toque cómico no forzado, como si fuera un inglés tranquilo, pero con un humor corrosivo, que no se altera con nada y va aguantando todos los palos, pero devolviéndolos. Tiene ideas muy buenas, como pedir ayuda a una bombilla colgada como si fura el espíritu de dios y otras veces se decanta por algo más tosco y vulgar como la conversación sobre las mujeres en la buhardilla o las llamadas por teléfono a su antiguo jefe desde un bar. En general los diálogos y los textos están bien cuidados y las tomas buscan un efecto estudiado y no al azar. Película rodada en Madrid con muchas exteriores a la manera de guía turística. El director la presentó al principio en la Cineteca, pero no nos quedamos a charlar con él
