domingo, 16 de junio de 2013

Un invierno en la playa. Dir. Josh Boone

Parte de la buena entrada que había en el cine se debe a la crítica de Carlos Boyero, muy elogiosa. Le ha dado por ahí.
Lo mejor es la banda original, sin dudarlo. Las historias de esta familia de escritores, que es como se llama en el original, es un poco loca, pero controlada. Todos vuelven al seno familiar después de sus devaneos y arrepentimientos para celebrar el Día de Acción de Gracias. Todos siguen la estela del padre, él es escritor, sus hijos, también. La mujer queda un poco de florero. Es verdad que se ve con facilidad, que las historias sentimentales riegan esta película en múltiples direcciones, pero al final, con los desencantos y todo, se consolida la pareja tradicional.
Cuando se instala la comedia, fluye bien, por ejemplo con las historias sentimentales alternativas del padre; cuando se cuela el melodrama, malo, por ejemplo con la historia de la madre del novio de la hija, o con la de la novia adolescente del hijo.
Veremos qué dicen las cifras de espectadores.
Lo que opina Ana:
Agradable comedia en torno a una familia compuesta por un padre escritor de prestigio que parece haber perdido la inspiración desde que su mujer le abandona por un joven monitor de gimnasia y los dos hijos, una chica universitaria extremadamente liberal en sus relaciones y un chico  adolescente, enamorado de la bella del instituto.  Su padre les ha inculcado la pasión por la escritura, obligándoles desde niños a escribir un diario y a expresarse a través de la literatura.  La historia irá desvelándose algo más compleja al entrar en ella otros personajes que la ayudan a abrirse y perfilarse.  Buenas interpretaciones, un guión  con ritmo y una resolución sencilla y con final feliz.

Turistas. Dir. Ben Wheatley

Comedia salvaje. Y un poco gratuita en su manía por cargarse gente. Es la tercer película de este director, que según dicen es muy inquieto en sus quehaceres creativos, aunque realmente esta película quien la escribió fueron sus dos actores principales, tan convencidos estaban de su producto que hasta que no encontraron patrocinador no pararon, y le pidieron a Wheatley que la dirigiera.
En On Madrid se comentaba que se convertiría en una película de culto, y en Metrópoli le dan 4 estrellas.
Esta pareja dentro del sistema, pero marginal a él, emprenden un recorrido por el norte de Inglaterra, un recorrido grandioso porque los paisajes y las tomas son espectaculares, lo mejor. En este trayecto se van encontrando con otros viajeros, y a la mínima que se les cruce un cable, o sin cruzárselo, se los cargan. Al principio media sonrisa, pero luego ni media. Me gustó el montaje, los detalles que unen las historias.
Lo que opina Ana:
Alocado paseo por Yorkshire siguiendo a una pareja de descerebrados que no tienen la misma escala de valores que sus conciudadanos, si es que tienen alguna. Humor surrealista, crítica solapada a la sociedad en la que están inmersos, donde los menos afortunados casi no tienen cabida. Dicen las críticas que se convertirá en una película de culto, ya se verá con el tiempo.

Un amigo para Frank. Dir. Jake Schreirer

Película entretenida, con un robot muy listo y muy comprensivo, hábil y buen compañero. En teoría la película trata de la pérdida de la memoria, del alzheimer, pero en esto aparece el robot, última generación, para ordenarle un poco la vida al viejo Frank (Frank Langella) y, aunque al principio es rechazado, se convierte en un socio inigualable de las correrías postreras de Frank en el arte del hurto. 
Quedan un poco desenfocadas las relaciones familiares, sobre todo la sorpresa de la bibliotecaria (Susan Sarandon), pero en conjunto se ve bien.
Lo que opina Ana:
Una ciencia ficción muy cercana se desarrolla en esta película cuyos protagonistas son un viejo cascarrabias que  se resiste a aceptar sus limitaciones y un robot encargado de ser su sombra, actuando como cuidador ejemplar, alguien que vela por su salud integral. Funciona bien el duo protagonista, lo que está a su alrededor no tanto. Se pasa un buen rato, al tiempo que se ve que el futuro ya está aquí, son muy creíbles los  adelantos que se presentan, desde unos robots esclavos, a una biblioteca digital, sin libros en sus anaqueles. Un mundo en el que la comunicación tipo skype ha derribado las distancias, volviéndose invasiva.

El ejercicio del poder. Dir. Pierre Schoeller

Quiere retratar el desmantelamiento del Estado, la venta de las infraestructuras y la pérdida de los logros conseguidos por los ciudadanos, pero sobre todo la pérdida de la honestidad moral, la aceptación de postulados políticos contrarios a los tuyos, solo para mantenerte en el poder. El retrato del político en su mala acepción ( y eso que no hay corrupción).
Lo hace de una manera un poco enrevesada, con mucho texto, con mucho argumento de adorno, con muchos recovecos y con un accidente al final (hay otro mayúsculo al principio) que se cobra una víctima inocente, y que está exagerado en su visión, hasta ser un poco desagradable; total para nada, porque el protagonista no saca nada, ningún aprendizaje de ese suceso.
Ganó el premio Fipresci en Cannes, el premio de la crítica. Bueno.

The Trip. Dir. Michael Winterbottom

Es una adaptación de una miniserie de la BBC. Está pensada para el público inglés, las referencias a actores,
películas, series y programas son casi todos de uso doméstico, por eso te las pierdes. Lo único ver los paisajes invernales del norte de Inglaterra, vivos, cuidados, con una función todavía en la economía inglesa y en el sentimiento colectivo. Las comidas excelentes que hacen, no son el centro del viaje, son un accidente, apetitoso desde luego. Constatar la facilidad con la que liga uno de los protagonistas, Steve (Steve Coogan), casi sin proponérselo encuentra compañeras de cama, aunque después al llegar a la gran ciudad se encuentre solo. En fin, el toque del aislamiento en las relaciones modernas.
Lo que opina Ana:
¡Qué envidia  ser crítico gastronómico! Una película llena de guiños a los británicos, difícil de apreciar para los demás. Está llena de juegos de palabras y de referencias a personajes, a actores, a sus voces que se nos escapan a los que leemos los subtítulos a sabiendas de  que estamos fuera de onda. Bonitos paseos por la campiña de Yorkshire  mientras los dos protagonistas van de restaurante en restaurante probando deliciosos  manjares que nos quedan igual de lejanos que sus parodias y enredos.

El Gran Gatsby. Dir. Baz Luhrmann

Aparatosa y grandilocuente. Le echan la culpa al director, que quiere superar al mismísimo Scott Fitzgerald.
Hay que reconocer el andamiaje en el que se sustenta la película, las fiestas, el vestuario, la ambientación, todo a lo grande, sin escatimar, para acabar en una historia frustada de amor, que con tanta tramoya amenaza con aplastar los propios sentimientos.
Como quiere ser tan dinámica y loca, cuando llegan los momentos de tranquilidad y sosiego, de reflexión y memoria, contrastan mucho, no están bien armados, te parece un cuento con muchos aditamentos y poca sustancia.
Lo que opina Ana:
Fallida de principio a fin, artificiosa y banal. Sólo interesa el espectáculo visual, el adorno, la floritura, los personajes quedan desdibujados, sin fuerza.

Rebelde. Dir. Kim Nguyen

Parece que a los Oscar acuden películas con contenido social, ésta fue representando a Canadá, aunque no tiene nada que ver con Canadá, excepto el director, y, seguramente, la financiación.
Es una película de uso escolar, porque representa bien la historia de los niños soldado en África. Tiene una protagonista femenina, no elude la realidad, pero tampoco se deleita en escenas escabrosas, las trata de una forma elegante y usando diferentes opciones cinematográficas, y cuenta con el aliciente de incluir elementos mágicos, los muertos vivientes, que actúan como fantasmas de la memoria.
Hay aspectos un poco forzados, como la maternidad de la niña, que es el hilo argumental; pero un parto solitario y una portentosa recuperación son sorprendentes.
En conjunto es una visión diferente para algo que ya ha sido tratado en el cine y se queda en la retina.

La Caza. Dir. Thomas Vinterberg

Decían que debería llamarse como en el original, "Caza", sin el artículo delante. Bueno, quedaría más equívoco, y la película no es ambigua. Se trata de perseguir a un hombre por una acusación de abuso sexual un tanto difuminada, que hace una niña de 4 o 5 años, a la que le dan las respuestas que se quieren oír.
El retrato de la exclusión es lo mejor de la película (escribe Yago García que tal vez el guión peque de misoginia). Todo un pueblo, una comunidad, que te ha declarado la guerra, todos (salvo un amigo y tu hijo) quieren castigarte. Las dudas surgen incluso con tu pareja. La inocencia sospechosa de la niña, convertida de una niña inocente en un monstruo. La parte más floja, porque además la ventila con un avance temporal sin desarrollar su transcurso, es verlo integrado de nuevo. El juez y la policía han rechazado la acusación. Sin embargo, está bien el final, porque te alerta de que en el fondo la comunidad no olivida y te  sigue considerando culpable. Sino todos, algunos.
Película interesante y dura, que cuenta con la destacada actuación de Mads Mikkelsen.
Ya nos lo dijeron las holandesas que tuvimos de visita en el puente de mayo.
Lo que opina Ana:
Estremecedora, magnífica interpretación de Mads Mikkelsen que forja un personaje sin fisuras. En algunos momentos te parece estar volviendo a revivir el ambiente sofocante que desarrollaba Haneken en “La cinta blanca”, actualizado a un presente en el que la maldad  sigue colándose entre las esquinas de un pueblecito aparentemente tranquilo  y feliz. Es más simple en sus planteamientos, encubre menos  aspectos filosóficos, pero llega a presentar  la esencia del mal consustancial  con la naturaleza humana, capaz de lo mejor y lo peor. El desencadenante de esa caza de brujas contra un pretendido pederasta, es la acusación de una niña  que,  manipulada por los adultos, acabará convirtiendo la vida del protagonista en una pesadilla. Final  inquietante.

7 Cajas. Directores Juan Carlos Maneglia y Tana Schembori

Esta película hecha a cuatro manos es una de las grandes sorpresas de la temporada, por ser paraguaya y por ser como es. Se han buscado filiaciones con Tarantino y los Coen, pero su universo en tan peculiar que la convierte en algo distinto. El espacio es una mercado, el conocido, por lo visto, Mercado 4 de Asunción. Por allí pululan todo tipo de personajes y mercancías en un laberinto que podría ser todo menos sofisticado, aunque se vendan móviles de precios inalcanzables y tecnología avanzada.
Un móvil es el desencadenante de este thriller, un móvil como objeto de representación, como objeto codiciado. Los personajes que aparecen, todos, desde los coreanos hasta una vendedora bombón, son genuinos. Es posible que nos perdamos parte de su ágil guión, igual que la cámara, porque allí se habla una mezcla de español y guaraní que necesita subtítulos. Humor, tensión, amor, persecuciones disparatadas, no con coches, con carros arcaicos para llevar mercancías. Original y peculiar. En Metrópolis le dieron 5 estrellas.
Lo que opina Ana:
Segunda película paraguaya que llega en estos últimos años a las salas madrileñas, mientras la primera “La hamaca paraguaya” vino precedida por tremendas alharacas de la crítica y a mí me pareció un tostón, sin ningún interés; 7 cajas  es en cambio todo lo contrario, una película con un ritmo frenético que se desarrolla entre los callejones y puestos del Mercado 4 de Asunción, utilizando unos medios muy reducidos y unos fabulosos actores noveles.

Un joven carretillero que sueña con salir en la televisión va a verse envuelto en una trama surrealista de asesinatos y matones chapuzas que recuerdan a los personajes de Mortadelo y Filemón. Persecuciones alocadas, historias de amor y un trasunto que se va desvelando para  dejar atados todos sus cabos, al tiempo que se contagia de un gusto por la sangre fácil  al estilo Tarantino. Sorprendente, especialmente por venir  de una cinematografía, la paraguaya, prácticamente inexistente.

A la sombra de la cruz. Dir. Alessandro Pugno. Documenta Madrid

Del certamen de este año sólo fuimos a ver este documental, que estaba fuera de concurso, pero que había ganado en su categoría en el festival de Málaga. Iba luego el director charlar con los setenta espectadores que la presenciamos, pero era tarde y nos fuimos.
Con el "Gran Silencio" en la cabeza, se pierde un poco entre los novicios, los monjes, los niños y las imágenes del exterior. Aparentemente distante, la sensación que te produce su visión es de la la incongruencia que significa este espacio educativo ortodoxo monjil en el siglo XXI, en un edificio que guarda al mayor dictador del siglo XX de España. Las vacas pastando en el césped de la entrada, expulsadas por los monjes, representan los enemigos de la fe, que siempre acechan a los buenos cristianos.
Interesante más por lo que quieres sabes de cómo se fraguo y se realizó que por el resultado final.

El nombre (Le prénom). Reposiciones

Se confirma por qué no la vimos cuando se estrenó. Las comparaciones con "Hijos de un dios menor", de Polanski, se quedan en el aspecto teatral y en que la mayor parte de la película se desarrolla en la casa de una familia burguesa; lo demás son diferencias, fundamentalmente de tono y de graduación argumental. Una anécdota, "le prénom" de un futuro niño desencadena una reacción de opiniones que van entrando en lo personal y lo ofensivo, en el ajuste de cuentas, para dar el bombazo argumental al descubrir una relación sentimental imposible.
Ningún personaje convence, o porque no corresponden con el arquetipo que representan, o porque se pasa en su tipismo (profesora aplastada por su marido escritor, que la ha convertido en una ama de casa sin espacio propio, pero con una profesión liberal, devaluada).