
Podría ser peor, porque esos seres que vagan entre la soledad, la desesperanza, el abandono y la crueldad estaban cerca de acabar en el arroyo y, sin embargo, al final se ve una tenue llama que alumbra su futuro, incierto, eso sí. Las víctimas colaterales son dos pobres perros. Cine social, rudo, personajes al borde del abismo, violencia y algo de ternura. Este director-actor no ahorra contrastes ni situaciones fuertes, incluso las resalta, pero no tiene crítica social esta película. Se queda en dramas interiores que arrasan a sus personajes. Desde este aspecto tiene poco vuelo; tampoco me gusta cómo está colocada la cámara, esperando como al acecho que lleguen las explosiones de ira; y la música no se corresponde con lo que vemos, la guitarra acústica y la música folk entre violencia y violencia, marcando, destacando la soledad de los personajes (sólo destaco la última "We ware wasted" y las del funeral). De todas maneras, no sales engañado, esto era lo que se anuncia y es lo que hay, con dos excelentes actores protagonistas.
Lo que opina Ana:
Sólo por el trabajo de los actores vale la pena ver esta película, tanto Peter Mullan, como Olivia Colman están de óscar, éste es su punto fuerte.
De nuevo estamos ante una historia dura del realismo social británico que cobra interés cuando aparece el personaje femenino, aunque se le acabe desperdigando la historia al guionista y salgas del cine pensando que no te han contado una gran historia, reteniendo únicamente lo bien que lo han hecho los actores.
Lo que opina Ana:
Sólo por el trabajo de los actores vale la pena ver esta película, tanto Peter Mullan, como Olivia Colman están de óscar, éste es su punto fuerte.
De nuevo estamos ante una historia dura del realismo social británico que cobra interés cuando aparece el personaje femenino, aunque se le acabe desperdigando la historia al guionista y salgas del cine pensando que no te han contado una gran historia, reteniendo únicamente lo bien que lo han hecho los actores.