domingo, 23 de enero de 2011

El discurso del rey. Dir. Tom Hooper


Película hecha para triunfar, así lo escribe Javier Ocaña. Pero hay que saber hacerla. Está muy bien ambientada, marca de la casa, y la interpretación no desmerece en ninguno de los personajes, empezando por el propio Colin Firth (Jorge VI). La historia prometía: un rey por obligación, tartamudo y en vísperas de una guerra. Además el mundo de la realeza gusta, vende. En ese aspecto la película es poco crítica, ahí no llega, ensalza al rey, presentándolo desde la perspectiva humana, pero sin perder altura real. Y como contrapunto, el logopeda, australiano, pero british, Geoffrey Rush (en el papel de Lionel Logue) hace un personaje con tacto, solvencia y humor. En definitiva, salas llenas, en este caso merecidamente.
Lo que opina Ana:
Cuidadísima ambientación, como ocurre generalmente en las películas británicas de época. Estupendo guión que narra la relación entre un aprendiz de rey tartamudo y su logopeda. Es una historia real, además de regia, que lo único que pretende es explotar cinematográficamente esa relación. La han acusado de blandura al enfocar la figura de Jorge VI, el trasfondo político está ahí, la realidad de un momento complicadísimo para el mundo se percibe como ruido de fondo de una película en la que lo verdaderamente importante es el drama interior de su protagonista, algo magníficamente retratado y representado; Colin Firth reúne todas las papeletas para ganar el próximo óscar al mejor actor.