sábado, 27 de febrero de 2010

I'm not there. Director Todd Haynes


Música, sólo música. Pensar que vi a Bob Dylan en Hoyos del Espino y me pareció un peñazo. Aquí se ve el nacimiento de un un mito. El personaje que mejor lo encarna es el interpretado por Cate Blanchett (es el momento en el que Dylan abandona el folk tradicional), lo demás es bastante confuso, aunque se ve bien, porque siempre está la música detrás: una banda original que es lo mejor y que te retiene en la butaca hasta la última canción, interpretada por Antony and the Johnsons. ¿Todos esos personajes interpretan a Dylan? ¿Son Dylan en algún momento? ¿Son una parte de Dylan? Puede que Christian Bale se parezca al primer Dylan, al que tanto añorarán después sus fans, los demás personajes no termino de ubicarlos del todo.

Nacidas para sufrir. Director Miguel Albadelejo




La película muestra desde la primera toma la doble realidad de las cosas, o el trasfondo de las apariencias: un bonito conjunto de flores; se abre el campo de visión y vemos que son las que acompañan a un muerto. En este caso más que en otros, tan difícil como rodar es hacer un guión que sustente la historia, y más si estás rozando el costumbrismo y las situaciones cómicas forzadas. Pues no cae Albadalejo en ese pecado y hace una película divertida y algo más para quien quiera pensar un poco. Las actrices le acompañan con solvencia, sobre todo Adriana Ozores que actúa en el tono justo. En definitiva, gratamente recomendable.
Lo que opina Ana:
Albadalejo recupera en esta ocasión su gracia y capacidad narrativa, al tiempo que toca con acierto un tema tan difícil como el del final de la vida de los ancianos, convertidos más que nada en un estorbo para las familias. Lo hace con un guión ágil y ocurrente que a veces se perfila con un toque de humor negro; no cae nunca en la sensiblería y crea unos personajes con carácter, entre los que destaca la magnífica interpretación de Adriana Ozores, una esclava moderna e inusual.

La mujer sin piano. Director Javier Rebollo


El premio al mejor director que recibió en San Sebastían le sirvió a Carlos Boyero (27 de sep. 2009) para darle una buena tunda a este tipo de cine "...profesional del estilo vacío, de los muermos con pretensiones metafísicas"; sin embargo, también en El País, Jordi Costa (29 de enero de 2010) escribe que es un "cine purísimo". Yo creo que en la hoja informativa se exagera un poco al afirmar que en esta película se ofrece "uno de los periplos más angustiosos de cuantos se han rodado en el cine español". Yo lo vi más bien como un deambular por calles solitarias por un Madrid nocturno e inusitadamente limpio, andando con unos taconeo muy español para llegar a la estación del Sur, que aqui, si creo que tiene las mejores tomas que pude tener este lugar. Y poco más. Me gusta la escena con la prostituta, es original. En algunos momentos, sobre todo en las escenas de interiores domésticos, me recordaba a Rosales. Yo creo que en San Sebastían ha recibido lo máximo que puede conseguir con este cine introspectivo, simbólico y minoritario.

domingo, 21 de febrero de 2010

Precious


Lo que opina Ana:
Terrible historia que no se convierte en una tragedia aunque tenga todos los elementos para serlo, por el carácter de su protagonista, una adolescente capaz de luchar contra su destino y de ver espacios de luz a través de su imaginación y de sus sueños, donde se ve blanca, delgada, querida y feliz, frente a su sórdida realidad de negra, obesa, tiranizada, violada y llena de desgracias.
El drama social que encubre queda un tanto desvirtuado, se ablanda y edulcora, la niña madre es capaz de encontrar quien la quiera y de luchar por los suyos, no perdiendo nunca la esperanza, al menos queda el mensaje de que la educación es la única que puede redimir al oprimido y abrirle un nuevo horizonte y a nuestra protagonista siempre le ha interesado la escuela.

Emilio: El plano final antes de los títulos de crédito es una muestra del desarreglo que en conjunto puede aparentar la película: un plano general que no enmarca claramente a nadie ni a nada. Decían las críticas que solo por ver el monólogo de la madre, la tremenda confesión de su culpa, merecía la pena la película. Eso es lo más real, lo que más puede asemejarse a la novela; eso y el ambiente de la clase del instituto a donda va Precious; lo demás está muy dulcificado. Escribe Javier Ocaña que lo que era para recordar es el personaje, no la película. Creo que contando lo que cuenta debería haber hecho más daño en nuestra mente, así la ves casi como un drama menor, y no lo es, ni mucho menos.

lunes, 15 de febrero de 2010

La cinta blanca. Director Michael Haneke


Miedo me da Haneke. Me suscitó tanta rabia "Funny games" por el abuso que hacía de los espectadores, que voy precavido a ver sus películas. Pero esta es una narración que permanece en los términos clásicos, espectadores a un lado, actores al otro. Elvira Lindo opina que es una de las películas que se empiezan a digerir al día siguiente, y yo añado que al otro y después. Toda la crítica la ha alabado. Está encabezando las listas de las mejores películas. Para M. R. Rivero es la primera obra maestra del siglo XXI. ¿Será demasiado? Es, desde luego, un perfecto ejemplo de adaptación de un magnífico guión a unas imágenes que nunca son de elegría y gozo, incluso cuando el esplendor de la primavera llega a los campos y el blanco y negro se llena de luz. Siempre hay algo que pone un toque de intranquilidad. Algo pesa sobre el pueblo y sus habitantes. La escena en la que Haneke se permite esbozarnos una respuesta a los hechos que nos narra el maestro es la del pájaro del pastor protestante sobre la mesa. Ahí no hay dudas sobre la venganza y la maldad. ¿A dónde condujo esto? ¿Fue el fascismo la culminación? No lo sé. Creo que lo que vemos es la expresión de un mundo de violencia y odios soterrados, de abusos deshonestos, cometidos sin perder la honra y el honor. Pocas veces un grupo de niños, chicos y chicas han actuado tan dentro de su personaje.
Lo que opina Ana:
Inquietante, bella en sus frías imágenes en blanco y negro que recrean una atmósfera rural cargada de tensiones entre amos y siervos, entre padres severos e hijos sometidos, entre hombres dominantes y mujeres humilladas, no hay calor, parece siempre invierno. Se respira tensión desde que comienza la crónica de unos terribles sucesos que nunca van a quedar explicados, pues al final no se despejan las dudas y nos toca a cada uno de nosotros la interpretación de lo que ha ocurrido, de lo que nos han estado narrando.
Y entra tanta intriga, en medio de una visión del hombre como una fiera, donde los niños educados en una atmósfera represora son los mejores aprendices del mal, encuentras bellísimas tomas de paisajes helados y alguna sonrisa inocente que te congratula con el género humano aunque siempre acaba aflorando la maldad.
No podía dejar de recordar a Bergman con su visión represora de la figura paterna y por el ritmo de la película, una gran película.

sábado, 6 de febrero de 2010

En tierra hostil. Directora Jason Reitman



Puede que esta película tenga éxito en EE.UU porque deja las culpas y los errores, las atrocidades y las desgracias muy diluidas. No hay mandos brutales, las tropas USA antes de disparar un tiro advierten, gritan, amenazan, pero no disparan. No hay una sola secuencia que acuse a los marines. Ellos son los acosados. En este aspecto la película es perfecta. Desde todos los lados, de mil formas, de cualquier esquina llega la muerte. Los insurgentes, palabra clave, son todas las personas y cada objeto esconde una trampa mortal. Esa sensación, es cierto como escribe Jordi Costa, está conseguida. Pero debería haber algo más. El final también elude tratar la razón de la guerra, no acusa, no hurga en la herida; deja en la elección individual seguir en ese mundo hostil. "En el valle de Elah" había más valentía.
Lo que opina Ana:
El título en español acierta al transmitir la sensación principal de la película, todos son enemigos en un frente sin sentido, los soldados invasores se la juegan a diario en Irán, una interpretación acertada del original en inglés que es mucho menos preciso (The hurt locker).
Una visión diferente de la intervención yankee en Oriente Medio, no se analizan las razones, no aparecen como salvadores, la directora se mete en el día a día de un grupo de artificieros que se juegan la vida cada vez que salen de su campamento. Es capaz de crear sensaciones muy íntimas de lo que pasa por sus cabezas utilizando únicamente imágenes, sin discursos ni argumentaciones, como por ejemplo la que sentimos al ver al protagonista meterse vestido en la ducha intentando arrastrar con el agua la suciedad externa y limpiarse hasta el alma. Consigue también hacernos ver cómo la guerra se ha convertido para algunos de estos hombres en su última razón de ser, ya no son capaces de vivir como ciudadanos normales, necesitan el subidón de adrenalina que les hace sentirse vivos, la guerra es una droga, esa es la tesis de la película y la defiende sin buscar nada más.
Lo que opina Ana:
El título en español acierta al transmitir la sensación principal de la película, todos son enemigos en un frente sin sentido, los soldados invasores se la juegan a diario en Irán, una interpretación acertada del original en inglés que es mucho menos preciso (the hurt locker).
Es una visión diferente de la intervención yankee en Oriente Medio, no se analizan las causas, no aparecen como salvadores, la directora se mete en el día a día de un grupo de artificieros que se juegan la vida cada vez que salen de su campamento. Es capaz de crear sensaciones muy íntimas de lo que pasa por sus cabezas utilizando únicamente imágenes, sin discursos, ni argumentaciones, como por ejemplo la que sentimos al ver al protagonista meterse vestido en la ducha intentando arrastrar con el agua la suciedad externa y limpiarse hasta el alma. Consigue también hacernos ver cómo la guerra se ha convertido para algunos de estos hombres en su única razón de ser, ya no son capaces de vivir como ciudadanos normales, necesitan el subidón de adrenalina que les hace sentirse vivos, la guerra es una droga, ésa es la tesis de la película y la defiende sin buscar nada más.

Up in the air. Director Jason Reitman


Escribía Carlos Boyero que pese a la despreciable profesión que tiene Geoge Cloony, sus modales, su apariencia, su tono de voz, su forma de actuar le hacen aparecer como una persona preocupada y dolida por lo que está haciendo: despedir a la gente de sus trabajos. Sin embargo, su jefe se frota las manos ante la crisis que sacude a las empresas. Tal vez ese tono suave sea una pega que convierte la película en algo ligero, que evita tener mayor profundidad. Incluso la presentación con esa música y esas imágenes aéreas tan de serie de sobremesa de TV, te advierten que no esperes nada para pensar mucho. El director al final quiere representar la soledad de este personaje, soledad deseada en un principio (el discurso de la mochila), y luego sentida como una pesada elección. En fin, pocas aspiraciones para una película de entretenimiento, con una sensualísima Vera Farmiga.
Lo que opina Ana:
Lo que más me gustó fue el ritmo, te entran ganas de echar a correr y sientes la fatiga de esa vida que sólo se sostiene a base de no parar; en ese aspecto está muy bien conseguida y conecta con lo mejor de su anterior y premiada película "Juno", pero ni la historia ni los personajes me emocionaron, me daba igual lo que pudiera pasarles, me resultaban lejanos.

jueves, 4 de febrero de 2010

Amerrika. Directora Cherien Dabis



Película bien intencionada. Nos amaga con un melodrama y se queda en una comedia con alguna gota amarga. Lo que más me gustó fue el aspecto documental, las secuencias relacionadas con la vida en Palestina, el dificilísimo día a día para los palestinos en los territorios ocupados; después, esos barrios de las zonas residenciales de nivel medio de las ciudades de los EE.UU, de casas bajas, iguales, repetidas. La historia de esta buena y luchadora madre no me interesó demasiado. En Cannes y en Valladolid tuvo algún premio. Sirve para los festivales y se ve sin sobresaltos y sin admiración.
Lo que opina Ana:
Una historia que nos habla de esperanzas, de una lucha intafigable por conseguir los sueños gracias a la vitalidad de su protagonista, capaz de ponerse el mundo por montera y de luchar en las condiciones más adversas; no se deja ganar por la fatalidad, y es mucha la que vemos. Impresiona la vida en Palestina con la que arranca la película, es el testimonio más desgarrador; la otra parte, la de las desventuras en tierra extraña y hostil, en una "Amerrika" que tras los atentados del 11S ve a todos los árabes como enemigos potenciales, es menos potente, se edulcora un poco, suena más a happy end aún sin saber si lo habrá realmente o no, aunque uno sale del cine deseándole lo mejor a Muna.