viernes, 21 de febrero de 2020

Adú de Salvador Calvo

Lo que opina Ana: 
No sólo con buenas intenciones se construye una buena película. Esto es lo único que le sobra a Adú, pero le falta todo lo demás. El guión es penoso, la historia resulta artificial, los personajes no son creíbles. Sobran a menudo las palabras, que no han sabido traducirse en lenguaje cinematográfico. Aún así, bienvenida sea por su denuncia abierta del drama de los migrantes ante el desconocimiento de los que vivimos amparados por nuestro telón de primer mundo.

Casanova, su último amor de Baenoît Jacquot

Lo que opina Ana: Lo único que tiene un pase es la reconstrucción histórica del Londres del XVIII, lo demás es un dislate; los personajes no tienen interés, el guión es plano, un aburrimiento.



El huevo del dinosaurio de Quan’An Wang

Lo que opina Ana: 
Cuento en imágenes, surrealista y real. Mongolia es una tierra especial con unas normas de vida que continúan siendo fuente de estudio antropológico para quien se adentre en sus olvidadas estepas; eso parece que le ocurrió al director chino Quan’An Wang, quien se vio superado por la realidad a la hora de filmar su película. Actores amateurs para contar una historia que tiene momentos de gran cine, sólo por ver el arranque de la historia, la escena de la autopsia que da un salto a un plano abierto de la estepa, la noche en que la pastora y el joven policía velan el cadáver, refugiados tras el caluroso camello, o la escena de sexo más psicodélica que haya podido jamás filmarse, vale la pena pagar la entrada y disfrutar de esta extraña película, semidocumental.

A hidden life. Vida oculta de Terrence Malick

Lo que opina Ana: 
Muy lenta, avanza con parsimonia y parece que no va a ocurrir nada, pero de pronto todo encaja, comenzamos a dar sentido a tanto plano psicológico en los que la cámara devora a los actores y a la presentación del hermoso paisaje en el que viven estos campesinos en plena armonía. Se trata de una historia de amor y de la integridad moral de quien no abjura de sus principios cueste lo que le cueste. Un regalo.

Mi pequeña gran granja de John Chester

Lo que opina Ana: 
Una utopía contada por sus perseguidores. El proyecto de crear una granja ecológica que sea capaz de regenerar un espacio destruido por la explotación abusiva en California. Es demasiado “happy” pero se ve con agrado.

Sobre lo infinito de Roy Andersson

Lo que opina Ana:
Poema visual. Magnífico cada uno de sus cuadros compositivos que van encadenando distintas historias, la mayoría tristes, con el peso de la nostalgia nórdica, algunos alegres, como el de las tres chicas cantando ante los clientes de una terraza, otros existenciales y los hay también oníricos, como el que abre la película con el vuelo de una pareja de enamorados sobre una Colonia destruida por la guerra.  La guerra vuelve a aparecer en la película de Andersson y su denuncia, el amor, la duda existencial, toda una exhibición de la condición humana. Una joya.