Es sorprendente la cantidad de cine francés que llega a las carteleras de VOSE. No todas son buenas, ni mucho menos. En este caso estaríamos ante una regular, en plan generoso. Adolece de un naturalismo bobalicón en buena parte de sus 138 min., y en el tramo final deriva en un melodrama tipo social de clase (campesinos con tierras en la cúspide, abajo los empleados). Se destapa entonces la mujer que defiende la estirpe y la tierra sin miramientos humanos. Tiene un defecto impropio de un director experimentado: la artificiosidad. Los muertos del campo de batallas son todo menos reales; la galería de personajes del campo son como un friso, sólo les falta el toque de un pintor para enmarcarlos. Lo que sí se constata es el tremendo efecto social, demográfico y psíquico que produjo la 1ª Guerra Mundial en Francia. Pero como cine, eso, estampas.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Buena recreación de la Francia
campesina de comienzos del siglo XX, la película perece compuesta por maquetas
teatralizadas de un museo etnográfico, no consigue despegarse de la novela en
la que se basa y añoras dejar la sala y tener en tus manos el libro porque
piensas que seguramente será mucho más rico a la hora de describir y
dar carácter a los personajes.