sábado, 11 de marzo de 2017

La vida de calabacín. Dir. Claude Barras

Me gusta más como empieza que como termina, porque al inicio se plantea una historia un poco oscura, a tenor de la vida del protagonista. La han comparado a los "Los mundos de Coraline"; yo creo que en ese caso sí se mantenía el tono incierto y un poco tenebroso; aquí no. Pero la película es deliciosa, enternecedora, tal vez un poco optimista de más. Los personajes esconden historias terribles y no sabemos si esos grandes ojos son los que les quedaron al vivirlas o los tienen así para poder mirar cuanto antes mundos más felices. El director hace todo lo posible para conseguirlo.
No me explico cómo casi ha desaparecido de la cartelera esta pequeña maravilla.
Lo que opina Ana:
Inexplicablemente esta película duró poquísimo en las salas, con gran pena pensaba que me la había perdido, pero un ciclo de cine en francés en la sala Azcona de Matadero, me permitió un pase gratuito a esta cinta  tan tierna. Lo mejor, sin duda, la animación de unos personajes tan expresivos, con ojos de búho y capacidad de conmover, enmarcados en un paisaje y unos interiores de fábula .

Comienza con un tono oscuro, de cuento de Dickens, pronto lo abandona para mirar con optimismo al futuro de unos niños víctimas del destino, pero acogidos en un centro suizo donde todos son buenos. Está permitido en el cuento, la realidad, tristemente, nada tiene que ver con esta bondad redentora. El guionista  elige el camino de la esperanza para sus personajes y nosotros nos dejamos llevar por él y nos alegramos de que sea así.