sábado, 14 de febrero de 2015

Timbuktu. Dir. Abderrahmane Sissako

Las buenas críticas de Boyero y las cuatro estrellas de Metrópoli me hicieron pensar que iba a ver una de esas películas que dejan una gran impresión, pero no ha sido así. Me parece un poco indefinida en su desarrollo. Claro que queda reflejada la sinrazón yihadista, una retahíla de prohibiciones sin cuento para amargar la existencia, a las mujeres (obligándolas a cubrirse hasta las manos), a los jóvenes, con no jugar al fútbol (excelente la secuencia del partido sin pelota), y a la gente en general (con la prohibición de hacer y escuchar música). Esto queda bien reflejado, pero es confusa la historia principal, la del pescador y la del ganadero y no tiene claramente que ver con lo que se está contando;no sabemos por qué lapidan a dos personas: allí aparecen sus cabezas apedreadas sin explicación previa. Tal vez las metáforas de los pueblos del desierto no coincidan con las criterios racionalistas míos. Eso de presentar a Tumbuctú como una arcadia de paz, de libertad y de disfrute de la vida puede que sea exagerado. El papel y significado de la mujer loca con el gallo también se me escapa. Vi la película sin entusiasmo y sorprendido de las buenas críticas.
Lo que opina Ana:
Se ha estrenado en España  tras pasar por Cannes y ser nominada al óscar a la mejor película extranjera, ¡confío en que no pierdan los estribos y se lo lleve! Sería una auténtica aberración compitiendo con joyas como Ida o relatos salvajes, así como también con Leviatán, cualquiera de ellas infinitamente mejores que esta peliculita a la que le faltan muchas cosas para ser considerada una gran obra. Los personajes no tienen consistencia, el matrimonio de las dunas que quiere representar la libertad, resulta poco creíble, la especie de sacerdotisa colorista que vaga con su gallo por las calles de Tombuctú, entre los recios soldados islamistas que no se atreven a contradecirla en nada, es un personaje incomprensible en medio de lo que el director pretende contarnos, un mundo  reprimido y dominado por el terror talibán. Muy simplista y falta de matices. La fotografía resulta a veces demasiado empalagosa.