Película con nervio (también cuatro estrellas en Metrópoli, merecidas), intensa, con un Jake Gyllenhaal estupendo en su papel de buitre de la noche, despiadado, a la caza de la noticia de impacto, de la imagen sobrecogedora, y si no la consigue es capaz de provocarla, aunque para ello deban caer víctimas, mientras él pueda grabarlas con su cámara.
Denuncia de los reality show, que comparados con lo que se ve en Los Ángeles, aquí parecen angelitos divinos. Personas sin barreras morales. Sociedades de consumo de la desgracia ajena y de la violencia extrema.
Puede que el recorrido del personaje principal, de ladrón de chatarra a cámara sea demasiado rápido, pero su representación despiadada es veraz y contundente. Buen guión (era el oficio del director) y buen estreno para un nuevo realizador.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Cercana a “Crash “en sus escenarios,
nos presenta una historia demoniaca en la noche de Los Ángeles. Una película
que habla de la prensa amarilla y su falta de moralidad. Un buscavidas
trepador, aprende el oficio de “voyeur” para venderle a una emisora de noticias
local las imágenes más sensacionalistas que se puedan capturar
durante la noche , es un joven sin escrúpulos que encuentra su alter ego en una
madura editorialista, ávida de carnaza e igual de desalmada que él. Está
brillantemente interpretada por Jake Gillenhaal, muy lejano de aquel cowboy de
Brokeback Mountain que le dio fama mundial. Sales asqueado del cine, con sus
imágenes golpeándote como un escupitajo, sabiendo que puede ser reflejo de algo
muy real.