No le cogí el pulso a esta película (aparte de sufrir las excentricidades de la gente que va al cine cuando es barato-2€ la Fiesta del Cine- y no sabe lo que va a ver, y se va y vuelve y se pone a hablar y le tienes que pedir que se calle y finalmente se va antes de acabar). No me parece tan brillante como cree María Guerra y la trama futurista se queda a medio camino; es simple: matar a gente treinta años antes, a través de un viaje en el tiempo, por profesionales (looper). Lo peor ocurre cuando tienes que matarte a ti mismo, 30 años mayor. Se cierra el bucle entonces, pero sigues viviendo 30 años más con un dinero extra. En esto me pierdo, y también cuando ese círculo no se cierra y se escapa tu víctima, que es tu otro yo más viejo, al que reconoces y no te atreves a liquidar. En fin, no sigo para no hacer esta crítica un galimatías. La puesta en escena es, a veces, un poco cutre: esas calles en 2044 llenas de mendigos eran mucho más convincentes en Blade Runner, y la parte final, la de la granja, a pesar del excelente físico de Emily Blunt, se ralentiza mucho, dura demasiado, sobre todo teniendo el ritmo vertiginoso anterior. No sé, puede que surja un debate como con la película "El origen", pero no creo que suscite tanto interés los posibles enigmas que deja abiertos.
Lo que opina Ana: Las películas de ciencia ficción que se pierden entre los hilos que dibujan sus entrañas me ponen de muy mal humor, ésta es una de ellas. ¿Quién es ese Fundador que introduce un aspecto metafísico en una película básicamente de gangsters?No lo entiendo y en esta ocasión sí importa saber qué te están contando. Reduzco la sesión a un paseo por un mundo de mafias que emplean las mismas sórdidas herramientas de siempre: una estructura fuertemente jerarquizada que controla el submundo de la criminalidad a través de unos bien entrenados matones. La parte moral e inquietante de la película se me escapa, sólo puedo apreciar la estética elegida, la frialdad de su atmósfera, un mundo turbio, gris, inhumano, de soledades infinitas.
Lo que opina Ana: Las películas de ciencia ficción que se pierden entre los hilos que dibujan sus entrañas me ponen de muy mal humor, ésta es una de ellas. ¿Quién es ese Fundador que introduce un aspecto metafísico en una película básicamente de gangsters?No lo entiendo y en esta ocasión sí importa saber qué te están contando. Reduzco la sesión a un paseo por un mundo de mafias que emplean las mismas sórdidas herramientas de siempre: una estructura fuertemente jerarquizada que controla el submundo de la criminalidad a través de unos bien entrenados matones. La parte moral e inquietante de la película se me escapa, sólo puedo apreciar la estética elegida, la frialdad de su atmósfera, un mundo turbio, gris, inhumano, de soledades infinitas.