Una adaptación muy particular del Quijote. A
mí me divirtió, pasé un gran rato, especialmente cuando la película se adentra
más en el espíritu del caballero y los personajes se mimetizan con los de la
novela. Humor, locura, crítica social que cabalgan entre el XVI y este nuevo
milenio que va avanzando inexorablemente y en el que siguen siendo necesarios
los defensores de la épica.