Ni es una película típica de Kore-eda, de asuntos familiares tratados con la delicadeza y los matices que enriquecen el universo que quiere mostrarnos, ni es una película fácil de ver. Hace alarde de su dominio en el uso de los recursos cinematográficos: reflejos y duplicidades, imágenes que se vislumbran pero no se ven, saltos narrativos que dan dinamismo a lo que se cuenta, pero se adentra en un género hoy en día no muy frecuente, el de los juicios, el de las defensas, jueces, abogados, testigos y acusados, aunque con el matiz de que no sabemos, ni lo sabremos, si se hace justicia, qué es hacer justicia, quién es el culpable y qué castigo merece. Por eso la película termina con un plano cenital en el que se ve al protagonista en un cruce de calles, en medio, sin saber qué camino tomar. Puede que las dos horas se alarguen demasiado; ahora bien, es cine hecho con dedicación, conocimiento y propósito.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Thriller en el que se juega con los
conceptos de verdad y mentira, de justicia y delito. Recurso a muchos planos
psicológicos, a composiciones turbadoras que juegan con la realidad, no hay
respuestas firmes a las preguntas que provoca la trama, se permite la
interpretación personal del espectador, que sea él quien recomponga la realidad, ya que
nada constituye una verdad infalible.